
Traducido por Carlos José Lugo
En el calendario estamos oficialmente en otoño, lo que quiere decir que ellos están a punto de empezar a mentirles. El último fin de semana de la temporada regular está entre nosotros y los playoffs justo detrás. Es ese divertido momento del año cuando los juegos individuales pueden significar el final de la temporada para alguien o un gigantesco trofeo. Quiere decir también que estamos a punto de ver algunos partidos particularmente emocionantes en las próximas semanas. Un año completo de sueños y esperanzas podrían decidirse en nueve entradas. Y además significa que estamos a punto de dar rienda suelta a una de las tradiciones más consagradas del béisbol: alegatos absolutamente infundados acerca de la recta final y la post-temporada, de cómo ambas funcionan, y cómo podemos predecir lo que ocurrirá en las mismas.
Consejo profesional: Realmente no podemos.
Los playoffs no son exactamente un tiro de dados, porque los dados dependen en rodados del dado que son totalmente aleatorios. Alguien es el favorito en cada serie de playoff, de modo que no es un chance 50/50, pero es mucho más cercano a 50/50 que lo que la gente quiere creer que es. De nuevo, esa es la parte divertida de los playoffs. “Cualquier cosa puede pasar” es más o menos verdadero. Pero a la gente no le agrada la incertidumbre, y entonces para hacer frente con lo que es aleatoriedad existencial, empezamos a ver patrones donde no existe ninguno. Bueno, los narradores y comentaristas lo hacen, y puesto que usted no tiene un micrófono, entonces usted no le queda más remedio que aceptar lo que ellos dicen.
Puede que eso sea divertido para usted. Pero, puede que usted quiera ser ese fanático. Aquel que dice, “Nada de esto es verdaderamente real y los números lo pueden probar.”
Bueno…
¡Advertencia! ¡Detalles matemáticos sangrientos a continuación!
Mito 1a: Los equipos que aseguran temprano un lugar en los playoffs están en capacidad de descansar a sus regulares y por lo tanto tienen una ventaja en la post-temporada.
Mito 1b: Los equipos que tienen que batallar durante la recta final por un lugar en los playoffs son capaces de utilizar eso como la ventaja que necesitan para desempeñarse a un alto nivel en la post-temporada.
Usted escuchará ambas afirmaciones durante la recta final de la temporada regular y cuando comiencen los playoffs. Usted de algún modo pensará que ambas son ciertas cuando alguien las diga. Cuando usted las coloca una al lado de la otra ¿no se da cuenta de algo acerca de estas? El problema es que ambas a la vez no pueden estar en lo correcto. Lo que es más, ambas están equivocadas.
Previamente eché un vistazo a cuantos “juegos relevantes” (definido como a estar a una distancia de entre tres juegos de una posición de playoff no asegurada en cualquier dirección) los equipos jugaron en sus últimos 15. Resulta que una vez estos alcanzan los playoffs, los jugadores en equipos que tuvieron un camino fácil y jugadores en equipos que tuvieron que pelear durante toda la recta final hasta el último momento tienen desempeños muy parecidos a lo que debimos haber esperado que tuvieran. Los playoffs son una colección de equipos buenos, lo que significa que buenos bateadores tienen mayor probabilidad de enfrentarse a buenos lanzadores, y no al relleno al azar de Triple-A que el equipo en reconstrucción en su división estuvo tirando al ruedo y que les ayudó a abultar un poquito sus estadísticas durante la temporada regular.
Los bateadores batearon un poquito peor de lo que pudiéramos esperar basándonos en su record de la temporada regular, y los pitchers lanzaron un poquito peor. Esto es lo que ocurre cuando una fuerza irresistible se encuentra con un objeto inmóvil. Lo que el equipo hizo durante la recta final no representó ninguna diferencia. Más aun, cuando usted observa cómo les va a los equipos en términos de ganar series, la respuesta es que los equipos que no jugaron partidos relevantes en la recta final tienden a ganar alrededor de la mitad de sus series. ¿Y los equipos que pelearon duro en la recta final? Alrededor de la mitad de sus series.
La forma en cómo usted llega a los playoffs no influye en nada en cómo le ira una vez llegue ahi.
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Mito 2: Una gran victoria viniendo de atrás, y dejando en el terreno al rival en un juego de playoff le brinda a un equipo momentum.
No, para nada.
El día posterior a un partido en el que un equipo regresa en el marcador en la octava o novena entrada, sus bateadores y lanzadores tienen un desempeño exactamente alineado con sus estadísticas de la temporada regular, a pesar de que entre 1995-2017, los equipos que ganaron un partido en esta forma ganaron alrededor del 59 por ciento de sus partidos posteriores. Esto pareciera ser como una victoria para el “momentum” pero es más que todo explicable por el hecho de que los equipos que ganan un partido de playoff en la forma que sea, tienen alrededor de un 54 por ciento de probabilidad de ganar el próximo partido en contra del mismo rival, y los equipos que ganan partidos dejando en el terreno al rival tienen mayor probabilidad de jugar en su casa el siguiente partido, porque las victorias que dejan al contrario en el terreno solo pueden ocurrir para equipos dueños de casa o locales.
Si acaso existe algún “impulso del momentum” este es mucho más pequeño de lo que la gente quiere hacer ver que es. La razón es que mientras siempre observamos al equipo saltando hacia arriba y abajo después de un jonrón que decide un partido, no dejamos nunca de pensar lo que el otro equipo hace una vez entra al clubhouse. Seguro, puede que duela por un rato perder un juego de esa manera, pero la vida continúa.
Considere lo que pasa cuando algo realmente malo (o sea, en el sentido real de la vida, no perder un juego de pelota) ocurre. Eso no significa que usted estará compungido y triste por el resto de la eternidad. Los humanos tienen formas de cómo regresar de la adversidad. Y por el otro lado, el equipo que conectó ese jonrón no podrá sostener un pleno emocional para siempre.
Eventualmente, estará 0-0 en la primera parte del primer inning al día siguiente. Algunas veces – de hecho, cerca de la mitad del tiempo – el equipo con “el momentum” gana, y entonces usted tiene un ejemplo donde puede decir “¡Ven, el momentum funciona!” Pero no es así como realmente son las cosas.
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Mito 3: He descubierto la forma de ganar en los playoffs.
Y ahora una lista breve de cosas que han sido “probadas que ganan” en los playoffs:
- Tener un lanzador as.
- Tener dos o tres relevistas dominantes (alternativamente, tener a Andrew Miller)
- Alto porcentaje de contacto
- Jugadores de Three True Outcomes
- Magi
- Tener un grupo de veteranos experimentados que hayan estado anteriormente en playoffs.
- Tener un grupo de jugadores jóvenes que estén hambrientos por ganar.
Existen formas en las cuales un roster de playoff juega distinto a un roster de temporada regular. Los relevistas de alta importancia trabajan más a menudo y por tramos más largos (ver Miller, Andrew). Su quinto abridor es ahora un relevista largo/absorbe entradas o un abridor de tándem. Hay espacio en la banca para un tipo que sea más que todo un corredor emergente porque su quinto jardinero no es necesario para darle a alguien el día libre durante la serie y eso es todo lo que usualmente hace. De modo que, en algunas formas hay rosters que son más construidos para los playoffs que otros, pero aparte de la cuestión del bullpen, estas son marginales.
Los tipos de “estrategias” de las que tanto se habla en esta época del año son una de dos cosas. Una es una variación de “tener buenos peloteros,” lo cual no es una estrategia. (Prueba rápida: ¿lo opuesto de eso suena tonto? Entonces no se trata de una estrategia, es un objetivo.) La otra es la afirmación contradictoria que es creída simultáneamente junto a su opuesto (‘los jugadores experimentados son mejores’ versus ‘los jugadores jóvenes son mejores’). La mayoría de estas afirmaciones contradictorias entran en la categoría de “ambas están equivocadas.”
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Mito 4: Hay algunos tipos que son “buenos para octubre.”
Si usted trató de colar este por delante de mí como “hay algunos tipos quienes han sido buenos en octubre” entonces quizás lo permitiría. Hay jugadores que han tenido algunos buenos partidos en octubre en el pasado. La crueldad de octubre es que si alguien tiene una serie mala, es muy probable que su equipo pierda y que este no tenga más oportunidades de redimirse a sí mismo. Si en cambio tiene una serie fabulosa, es muy posible que su equipo gane esa serie y entonces el pelotero tendrá más juegos en los cuales su desempeño tiene muchas probabilidades de sufrir una regresión a su real nivel de talento. Eventualmente, todo el mundo decepcionará en la post-temporada. Existe el problema obvio del tamaño de la muestra alrededor de evaluar apariciones previas en octubre. Aun para alguien que ha estado presente durante mucho tiempo, podríamos estar hablando de unos 20 o 30 juegos en total. Y estos pudieron haber sido cinco años atrás.
Puede que sea cierto que existan jugadores quienes son mejores o peores en manejar la presión y el brillo de las luces. Como psicólogo, creo esto con todo el corazón. El problema es descifrar y encontrar quienes son esos jugadores de una muestra muy limitada. La diferencia entre un bateador de .260 y un bateador de .300 es un hit adicional por semana. Si usted al azar conecta un tejano que no es atrapado en medio de una serie de playoff, usted lucirá fabuloso. Hay simplemente demasiado ruido dentro de los números para nosotros llegar a una conclusión firme sobre quien podría ser un buen pelotero en este asunto de jugar béisbol en octubre y quien podría ser uno malo.
El problema con citar números es que la gente tiene la tendencia a asumir que todos los números históricos son igualmente indicativos de desempeño futuro. Durante la temporada regular, eventualmente si alguien se convierte en un bateador de .300 durante el curso de varios meses, no nos causa sorpresa si este se comporta como un bateador de .300 yendo hacia adelante porque tenemos a mano una buena muestra sobre la cual basar su desempeño. Manténgase alejado de esa trampa. Diferencias aleatorias basadas en una muestra reducida no son la misma cosa que una buena metodología de investigación.
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Mito 5: Hay un equipo favorito para ganar la Serie Mundial.
Seguro, algún equipo tendrá probablemente la mejor oportunidad, pero de los ocho equipos que alcanzan la Serie Divisional, todos tienen más o menos un chance de entre 10-15 por ciento de emerger como el campeón. Quizás uno tenga un chance de un 20 por ciento. Eso quiere decir que a la vez tiene un 80 por ciento de probabilidad de irse a su casa entristecido.
Vale la pena recordar que si usted observa un equipo de playoff de manera aislada, va a lucir muy bien. Todos son buenos, pero recordemos que algunas de las 90 victorias que consiguieron las obtuvieron en contra de equipos jugando con la vista puesta en el próximo año. El resto de los equipos en los playoffs también son buenos.
Aunque tenga dos equipos que estén tan desequilibrados que uno de ellos ganaría el 60 por ciento de los partidos que jueguen entre ambos (eso equivaldría a un record de 97-65 en el curso de 162 partidos), como quiera verá al no favorito obtener una sorpresiva victoria en la serie el 31 por ciento del tiempo en un escenario donde se juega al mejor de cinco. Años atrás, luego de un e-mail recibido en Effectively Wild, estimé qué tan bueno tendría que ser un equipo para aparecer con el 50 por ciento del favoritismo para ganar la Serie Mundial al inicio de los playoffs. Lo que obtuve fue que un equipo debía tener la calidad para ganar 113 juegos durante la temporada regular.
Por otro lado, esto realmente significa que cualquier cosa puede pasar en los playoffs. Así que, mi única recomendación es que usted disfrute el viaje.
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