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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gamez

Los Washington Nationals adquirieron al PD Kyle Barraclough de los Miami Marlins  a cambio de un bono de dinero internacional. [10/10] 

En 2018, los Washington Nationals se apoyaron en gran medida en una de las mejores rotaciones del béisbol, gracias al Sr. Scherzer y al Sr. Strasburg. Desafortunadamente, esos lanzadores abridores a menudo dejaron los juegos en las manos de uno de los no-mejores cuerpos de relevistas, una unidad que registró un DRA de 4.82 la temporada pasada. En un esfuerzo por reforzar su cuerpo de rescate, los Nats han adquirido a Kyle Barraclough. El lanzador de 28 años de edad está entrando en su primer año de arbitraje y competirá por el rol de preparador.

Barraclaugh trabaja con un impresionante combo de bola rápida/slider, y si pudiera limitar las bases por bolas, otorgó un pase gratuito a ~14% de los bateadores que enfrentó, uno de los peores registros de la liga, podría ser un relevista élite. Por supuesto, mucha gente ha dicho eso sobre él durante el último lustro.

Barraclough lanzó bien en la primera mitad de 2018, limitando a los bateadores a una ínfima línea de producción de .124/.254/.217. Asumió el rol del cerrador en junio y solo permitió un cuadrangular durante ese mes. Pero la rigidez muscular en la parte baja de su espalda lo atormentó durante la segunda mitad y vivió muchos aprietos (.361!/.486!!/.667!!!) después de la pausa del Juego de Estrellas. Ese complicado final de la temporada empeoró sus números generales y produjo que 2018 entrara en los libros de récords como su campaña de grandes ligas menos productiva.

Si bien él no garantiza seguridad para los Nationals, ¿la potencial volatilidad de un relevista? ¡Qué novedad! – esta parece una apuesta prudente. Si Barraclough se mantiene saludable, y si su caída en el rendimiento se debió al dolor de espalda mencionado anteriormente, esta adquisición debería ayudar a los Nats a solidificar su cuerpo de relevistas durante algunos años.

Por otro lado, los Marlins continúan aumentando su presupuesto para gastos internacionales. Este movimiento, inmediatamente después del canje de Ryan Lillie del sábado anterior, aumenta su dinero disponible para bonificación internacional muy por encima de los $5 millones de dólares; solo los Orioles, entre todos los equipos, disponen de más dinero en ese sentido. Miami parece que intentará utilizar este montón de dinero para firmar a los renombrados prospectos cubanos Víctor Víctor Mesa, Víctor Mesa Jr. y / o Sandy Gastón. Para un club en reconstrucción como los Marlins, intercambiar un jugador elegible para el arbitraje para mejorar sus posibilidades de conseguir el máximo talento amateur es un movimiento bastante inteligente. —Andrew Rice

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Brad Ziegler anunció su retiro. [10/10]

A medida que pase el tiempo y su carrera se desvanezca en el tapiz del béisbol, Brad Ziegler será recordado por dos cosas. La primera es que no permitió una carrera en las ligas mayores hasta el 14 de agosto de 2008. Eso suena bastante arbitrario, pero omite que haya aparecido en 29 juegos y lanzado 38 entradas antes de esa primera falla, ambos récords de Grandes Ligas.

La segunda es que logró todo esto apenas un año después de que un instructor itinerante de los A’s sugiriera que Ziegler intentara girar su torso a 90 grados a estribor (hacia su lado derecho) y lanzar desde su lugar natural para el brazo en esa posición. Es ese movimiento, más que cualquier rareza estadística o registro, lo que perdurará. El béisbol ha tenido muchos lanzadores que trabajan por el lado del brazo, por supuesto, y muchos que han lanzado más lento y más bajo. Pero el movimiento de Ziegler es icónico. Los calcetines altos, el paso atrás mínimo antes de su cómica patada de pierna alta, doblándose bastante en la cintura; toda la orquestación parece pertenecer a un campo de maíz de Iowa, no a un montículo de lanzamiento de grandes ligas. Solo intenta ver este video sin escuchar el tema musical del programa Band of Brothers.

Recordaré a Ziegler con cariño. Ayudó a que avanzará esa idea romántica de que cualquier jugador, incluso los seleccionados en la ronda 20 del draft que están luchando en las ligas menores sin grandes atributos, ni fama, podría estar a solo un ajuste de lograr  pasar una década en las grandes ligas. En una era en la que aparentemente cada lanzador de relevo es un acorazado capaz de enviar pelotas con velocidad de tres dígitos y con una conformación física como la de un apoyador de la NFL, los suaves lanzamientos por el lado del brazo de Ziegler tenían una estética rara y agradable.

A un amigo mío le gusta decir que el béisbol está en su mejor momento cuando muchos tipos diferentes de personas pueden tener éxito, de tantas maneras como sea posible. Con la despedida de Ziegler, sea cierta o no, parece que se ha cerrado un camino más hacia el espectáculo. —Nathan Bishop

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