Traducido por Carlos Pérez
Los Detroit Tigers firman al LZ Matt Moore con un contrato de un año y $2.5 millones. [11/27]
Lo que una vez fue un brazo dorado pero cedió a la naturaleza temperamental de los jóvenes lanzadores, Matt Moore llegó en 2012 a la agencia a sus 29 años de la manera más desalentadora que uno podría imaginar. Después de que los Rangers pagaran $750,000 para comprar el último año opcional de su contrato en la extensión que firmó al principio de su carrera con los Rays, Moore firmó por un año con los Tigers, donde en el mejor de los casos tendría que empacar las maletas en julio.
No nos adelantemos todavía. Alcanzar el resultado óptimo nunca ha sido fácil para nadie, sobre todo para Moore. Lo que los Tigers ven, sin embargo, es una oportunidad para moldearlo. Tanto si se benefician directamente del progreso potencial de Moore como si simplemente prueban los métodos de entrenamiento de grandes ligas que serán necesarios para acelerar su reconstrucción, esto parece un experimento interesante y útil.
El enfoque será probablemente en arreglar la bola rápida de Moore. Una cosa era cuando su velocidad cayó a los 148 kph cuando tuvo que someterse a la cirugía Tommy John. Eso todavía es manejable para un zurdo. Otra cosa es el movimiento vertical élite—unos 25 cm de “ascensión”—para evaporarse en unas suaves y manejables 22 cm, un fenómeno apuntado recientemente por R.J. Anderson. Quizás, como esperabas, la medida tiene una relación inversa con el porcentaje de slugging permitido, un número que se disparó a .590 para Moore en 2018, pues registró un escalofriante ERA de 6.79 con un DRA de 7.00 a la par.
Para serpentineros de la edad de Moore, las cifras de DRA similares a esa suelen significar el final del camino, pero su sacudida reciente permite ser optimistas a la hora de salvar su carrera, hasta cierto grado. Podría ser al nivel de Wade Miley o Derek Holland… Pero, bueno, ¿eso es un grado, de acuerdo?
Cuando Moore llegó a San Francisco al cierre del mercado de traspasos en 2106, destacó por un uso abundante de un cutter que no había sido tan visto anteriormente. No le llevó a un rendimiento consistente, pero hubo indicios de que algo había ahí, pues mantuvo ese lanzamiento en su arsenal incluso después de ser traspasado a Texas.
Como puede ver en el cuadro de arriba, en cierto punto en 2017 su bola rápida de cuatro costuras y su cutter comenzaron a gravitar su movimiento hacia el lado contrario; esto crea serios problemas. La bola rápida de cuatro costuras, idealmente lanzada por encima de los bates, se agacha hacia abajo. El cutter, idealmente lanzado por debajo de los bates, flota hacia arriba. La ratio de rodados del 47% de su cutter en 2016 bajó al 40% en 2018, incluso aunque pareciera haber corregido su trayectoria un poco.
La acción de la bola rápida de cuatro costuras no ha sido recuperada y esto no es un concepto nuevo. Muchos lanzadores mezclan accidentalmente dos lanzamientos cuando uno de ellos es añadido a su repertorio. Solo pasa que la experimentación del cutter de Moore le quitó efectivos a su mejor arma: un lanzamiento sobre le cual giran sus envíos secundarios.
No sería una sorpresa que los Tigers eliminaran su cutter con la esperanza de controlar el poder de otros lanzamientos. Como mínimo, los verá intentar diagnosticar cualquier problema mecánico que haya llevado a la mezcla entre la rápida y el cutter, probablemente empezando con su punto de lanzamiento, que es más bajo para el cutter.
Por más desalentador que sea el pedigrí de Moore—alguna vez fue considerado una promesa de máximas garantías, como Mike Trout y Bryce Harper—un reajuste que ayude a Moore encontrar su estatus de abridor trabajador sería una victoria para Detroit.
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