Traducido por Marco Gamez
Los Washington Nationals ficharon al LZ Patrick Corbin a un contrato de seis años y $140 millones. [12/4]
Discutir a Corbin es discutir al slider de Corbin, así que no quememos el primer párrafo. En 2018, solo un lanzador (Jhoulys Chacin de Milwaukee) lanzó más sliders que Corbin. Envió más de 1,300 de ellos. Solo siete de los 61 lanzadores que lanzaron un mínimo de 500 indujeron una mayor tasa de swing contra este lanzamiento, y ningún lanzador que lanzó esa cantidad indujo una mayor tasa de abanicos cuando los bateadores hicieron swing.
Cuando tienes un tipo de lanzamiento que es completamente dominante, está bien que dependas de una cifra tan inusualmente alta de él. Sin duda, Corbin hace eso. Mejoró su sinker y reafirmó el control sobre su bola rápida en la parte superior de la zona en 2018, pero vivirá y morirá absolutamente con esa dependencia del slider. Representa más del 40% de su repertorio, y eso sin incluir la bola curva, que en realidad es solo una versión más lenta del slider, que agregó a su repertorio la temporada pasada.
Vale la pena hablar largamente de ese lanzamiento, ya que llega al fondo de cualquier reserva que uno pueda tener sobre Corbin. En su forma y en la colocación del brazo, realmente es un gemelo del verdadero slider. Corbin simplemente encontró una manera de manipular el envió y hacerlo aterrizar en la zona para ser un strike cantado de vez en cuando. Eso fue valioso y, de hecho. fue crucial porque ayudó a que los bateadores pensaran en “hacer swing” con más frecuencia cuando la bola salía de la mano de Corbin.
Los bateadores agresivos son más importantes para Corbin (y su slider, específicamente) que para casi cualquier otro lanzador actual. Todos esos sliders, más de 1,300 de ellos, tenían una probabilidad agregada de ser Strike Cantado de solo el 30%, el más bajo entre los 61 lanzadores dependientes del slider mencionados anteriormente. Si los bateadores no se dejan engañar constantemente y van a pescar ese lanzamiento, Corbin está en problemas. Mejoró en enterrar consistentemente sus lanzamientos en la parte baja de la zona en 2018, gracias a esto es que se despegó de manera impresionante, pero ese enfoque solo exagera su confianza en que los oponentes irán tras él. Ahí radica la importancia de ese slider lento, casi un reemplazo para el lanzamiento en cambio de velocidad que realmente nunca desarrolló, y de colocar en la parte superior de la zona el envío de cuatro costuras, y de lograr los buenos resultados que obtuvo con el sinker por primera vez en este año.
Eso representa muchas virtudes con las que cuenta un lanzador con un historial bastante corto de éxito de alto nivel. Sin embargo, los Nationals estaban dispuestos a apostar, y no es difícil ver por qué. Un arma tan devastadora como el slider de Corbin es una excelente ventaja en la ruta hacia la calificación de as. Posee la capacidad atlética, la habilidad y el sentimiento de lanzar que ayudan a hacer que Max Scherzer sea especial. No posee ni de cerca la velocidad de Scherzer ni su amplio repertorio, pero si Scherzer logró un contrato por siete años y $217 millones (con diferimientos), entonces Corbin con contrato por seis años y $140 millones (con diferimientos) es una buena apuesta.
Está claro que una parte (pequeña) del valor que Mike Rizzo vio en Corbin también fue relativa. Si no hubiera firmado este contrato, Corbin podría haber terminado en Filadelfia. Los Nationals fueron bajados drásticamente de la cima de la montaña en el Este de la Liga Nacional en 2018, y los Braves, Phillies y Mets ya dejaron en claro que no permitirán que Washington recupere su primacía fácilmente. Este acuerdo laboral, junto con un cuarteto de movimientos que mejoran el cuerpo de relevistas y el grupo de receptores del equipo ya realizados en esta temporada baja, sirven para que Rizzo responda: Traigan a los rivales.
Los Nationals podrían retener a Bryce Harper porque la familia Lerner es la más rica de todos los propietarios en MLB, y porque han sido muy agresivos e inteligentes con sus pagos diferidos en grandes contratos, y porque a Rizzo le encanta decorar lo que ya está perfecto. Sin embargo, incluso sin él, los Nats son los favoritos de nuevo, al menos por el momento. Tienen el mejor lado izquierdo del cuadro interior exceptuando a los Rockies, una rotación que luce como un monstruo de tres cabezas que puede crear de la nada una racha ganadora, y un dinámico y joven territorio de los jardines que podría ser el hogar de un novato estrella por segunda temporada consecutiva. Este acuerdo laboral amenaza con comprometer demasiado a la organización si muchas cosas salen mal a la vez, pero en general, es un movimiento alcista que bien valía la pena hacer —Matthew Trueblood
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Impacto en ligas de fantasía:
De los destinos rumoreados para el zurdo, Corbin aterrizó en la que probablemente sea su situación más óptima. No tendrá que lidiar con el BD o el porche corto en el jardín derecho del Yankee Stadium y no tendrá que lanzar en el parque más amigable para los jonrones del béisbol que es el de Filadelfia. Fichar con los Nationals fue la opción “mazamorra está bien”, y quizás se ubicará inmediatamente como el abridor número 3 más sobre calificado del béisbol. Después de perderse casi un año y medio en el período 2014-2015 mientras se recuperaba de la cirugía Tommy John, Corbin finalmente se convirtió en un lanzador abridor de primer nivel esta temporada, ponchando a más de 11 bateadores por cada nueve entradas y siendo uno de los solamente 13 lanzadores que sumaron al menos 200 entradas.
Incluso suponiendo que Harper se vaya, Corbin debería tener una ofensiva bastante potente que lo respalde. Una ofensiva encabezada por Anthony Rendon, Trea Turner, Juan Soto, y Victor Robles podría ser una de las mejores unidades de la liga, y le da a Corbin muchas oportunidades de aumentar la siempre importante, pero inconstantemente mencionada, victoria de lanzador. Además, el nuevo hombre detrás del plato, Yan Gomes, fue catalogado como uno de los mejores receptores defensivos de la liga la temporada pasada, revelándose como uno de los 15 mejores manejadores de envíos para confundir a los árbitros detrás del plato (no mires los números de Kurt Suzuki, te lo ruego). Personalmente, era escéptico acerca de que Corbin pudiera ser el as de una rotación, especialmente con solo dos temporadas dominantes en su carrera. En Washington, no tendrá que asumir esa carga adicional. Estará ubicado entre las casillas del 15 al 20 entre los mejores lanzadores para el futuro inmediato. Corbin ponchará a muchos rivales, y también debería recibir una cantidad decente de ayuda. Han sido un par de meses sólidos para los nuevos zurdos en la capital de nuestra nación, una tendencia que Corbin espera que continúe. —Mark Barry
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