
Traducido por Carlos José Lugo
También en esta serie: El primer lanzamiento
La pasada temporada los bateadores tuvieron línea de porcentajes de .218/.264/.349 después de caer a 0-1 en el conteo de bolas y strikes. Eso fue mejor, relativo al desempeño ofensivo general de la liga, que lo que fueron las mismas cifras en el 2016 y el 2017, pero peor que en cualquier otra de las seis temporadas previas. Aquí lo interesante es que, en lanzamientos en conteo de 0-1 específicamente, los bateadores conectaron para .320/.330/.502, tercer mejor total desde 1998 relativo al desempeño general y el cuarto mejor en una base no ajustada. Consideren además también lo siguiente: la línea de porcentajes de la liga al llegar a un conteo de 1-1 fue solamente .228/.305/.376.
Como escribí anteriormente este mes, una porción record del total de las apariciones al plato de la liga llegó al conteo de 0-1 en el 2018 –casi la mitad de todas ellas. En consecuencia, la pregunta de cómo un bateador debe enfrentarse a esta particular y sub-optima situación, nunca ha sido más importante que ahora. La respuesta, en un sentido muy general es: con paciencia, pero menos que nunca antes.
Desde el 2008, el porcentaje de lanzamientos en 0-1 que han sido bolas rápidas de cuatro costuras ha disminuido, y después aumentado. En el 2018, este alcanzó un record total de todos los tiempos del 33.2 por ciento. Igual de importante, la Probabilidad de Strike Cantados (CSProb por sus siglas en inglés) de esas bolas rápidas o rectas se ha incrementado de forma bastante pronunciada –desde alrededor de un 40.8 por ciento a cerca del 45.9 por ciento. En general, la CSProb de lanzamientos en conteo de 0-1 ha aumentado de un 37.3 en el 2008 al 40.4. Ese cambio es pequeño, pero no uno insignificante: el cuadro completo sugiere que los lanzadores se están volviendo más asertivos en 0-1, para así convertir de manera más consistente esos conteos a 0-2 y colocar a sus oponentes al borde del abismo.
Probabilidad de Strike Cantados en rectas de cuatro costuras, Conteos de 0-1 (2008-2018)

(La línea roja de arriba es uso; la línea azul es CSProb.)
Hasta en los sliders (los cuales fueron tirados con mayor frecuencia en el 2018 que en cualquier otro año en la era del PITCHf/x casi sin importar el conteo, incluyendo en 0-1), la CSProb se disparó en el 2018 a 37.5. Ese es un numero bajo que sugiere que la mayoría de los sliders todavía caen fuera de la zona de strike, pero el hecho de que esté más alto que la marca de cualquier otra temporada indica el continuo cambio hacia atacar más la zona de strike por una población de lanzadores cuyo stuff sigue haciéndose cada vez mejor –y cuya mejoría se ha acelerado de forma marcada desde la implementación de Statcast.
Probabilidad de Strike Cantados en Sliders, Conteos de 0-1 (2008-2018)

Probabilidad de Strike Cantados en Curvas, Conteos de 0-1 (2008-2018)

Al llegar a un conteo de 0-2, la liga bateó .164/.196/.255 la pasada temporada. Eso explica de manera diáfana porqué los lanzadores ya no empiezan a huir intentando mordisquear los alrededores de la zona después de colocarse encima del bateador en 0-1. Estos son lo suficientemente inteligentes para mantenerse atacándolos. Pero mientras lo hacen, sin embargo, los bateadores no están modificando mucho sus enfoques en el plato. La proporción global de swings en 0-1 ha rondado alrededor del 46 por ciento a lo largo de la década pasada.
¿Por qué, entonces, los bateadores no hacen más swings cuando el conteo es 0-1? Si el pitcheo promedio en 0-1 tiene una probabilidad aproximada del 40 por ciento de ser cantado de strike, tomar dicho lanzamiento resultaría en un OPS esperado de .450 casi todo ese tiempo, y un OPS esperado de .680 (esa línea mencionada anteriormente después de llegar a 1-1) 60 por ciento del tiempo. Hacer swing en conteos de 0-1 resultó en un conteo de 0-2 el 64.6 por ciento del tiempo (incluyendo swings en blanco y pelotas bateadas de foul), pero el resto de las veces, agregamos, tuvieron un OPS por encima de .830.
Esa matemática (demasiado simplificada) coloca las dos opciones casi en el mismo nivel, con un OPS proyectado de .587 no haciendo swing y tomando el lanzamiento y en .585 haciendo swing al lanzamiento. En realidad, los bateadores toman decisiones en cierto modo juiciosas desde el principio, de modo que la proporción real de strikes cantados tomando el pitcheo es solamente del 31.9 por ciento. (Los árbitros también podrían estar tendiéndoles una mano. Como sabemos, la zona de strike se achica cuando los lanzadores se colocan delante en el conteo de bolas y strikes, de la misma manera que se agranda cuando los bateadores son los que tienen ventaja.) Esto le confiere una gran ventaja a aquellos quienes toman lanzamientos. De manera predecible entonces, los mejores bateadores después de caer detrás en conteo de 0-1 son aquellos quienes toman una actitud paciente en el plato en sentido general.
Mejores Bateadores Después de un Conteo de 0-1, 2018 (Min. 500 Apariciones)
Jugador | OPS Después 0-1 | % de Swings en 0-1 |
Mookie Betts | 1.040 | 32.4 |
Jesús Aguilar | .897 | 53.1 |
Andrew Benintendi | .885 | 46.9 |
Mike Trout | .874 | 39.7 |
Alex Bregman | .865 | 39.9 |
Trevor Story | .848 | 43.8 |
Matt Chapman | .830 | 39.9 |
Nolan Arenado | .816 | 47.2 |
Christian Yelich | .813 | 43.0 |
Francisco Lindor | .812 | 53.5 |
En esta lista, aparecen sin embargo unos cuantos hombres que llegaron hasta ahí por ser agresivos. Jesús Aguilar y Francisco Lindor atacaron aun después de caer por debajo en el conteo, y les funcionó. Este es el tema que aflora de cada examen que he realizado sobre la compleja confrontación que es una aparición al plato. Más que en cualquier otro momento de las últimas dos décadas, la fortuna favorece a los bateadores de swing libre. No se trata de hacer swing a todo, pero ciertamente se trata de hacer swing a todo buen lanzamiento.
Escuchando hablar a cualquier gerente general o manager acerca del impacto de la actual revolución de la información a lo interno del juego, estos siempre mencionan que la misma favorece a los lanzadores, no a los bateadores. Es tentador pensar sobre eso en los términos de la siempre creciente velocidad y la habilidad de eliminar a tipos con insuficiente velocidad de rotación, pero parece estar cada vez más claro que hay mucho más detrás de esto que lo anterior. Tener un gran stuff es genial, pero no funciona muy bien si el mismo no está alrededor de la zona de strike. Por lo tanto, el mayor avance que están haciendo los equipos y los lanzadores es el de siempre mantenerse alrededor de la zona de strike.
Los bateadores tienen que hacer swing más de lo que estaban acostumbrados a hacer. Deben estar listos para hacer swing cada vez que un lanzamiento bueno para batear esté cerca de sus predios. Pero sin embargo, esto no quiere decir que ellos irán a tener éxito. Los bateadores están acorralados. Están peleando una batalla perdida. Sus oponentes han aprendido a como dominar la zona de strike, a disfrazar lanzamientos imposibles de batear como lo contrario, y minimizar casi por completo el tiempo disponible para tomar una decisión razonable al hacer swing, no digamos hasta de hacer swing. Lo único que les queda es tratar de conseguir una ventaja mental, negándose a ser amedrentados.
La próxima semana, profundizaremos en los conteos de 1-0, y la forma en la que el juego funciona cuando el bateador tiene la ventaja.
Gracias (nuevamente) a Rob McQuown por su ayuda en esta investigación.
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