Traducido por Carlos José Lugo
Como todo buen sistema de proyección, PECOTA generalmente evade los extremos. Por ejemplo, ni una sola vez desde el 2005 PECOTA ha proyectado un equipo para ganar 100 juegos. En esas 14 temporadas hubo 12 equipos diferentes con al menos 100 victorias, pero PECOTA ve a estos como equipos de noventa y tantas victorias que jugaron excepcionalmente bien y/o fueron excepcionalmente afortunados. Su objetivo no es intentar proyectar mejores escenarios, sino más bien líneas base de referencia y los escenarios más probables. Si un grupo de equipos de 95 victorias juega una temporada cada uno, algunos van a alcanzar 100 victorias, igual como alguno caerá por debajo de las 90 victorias. Más que un error, es una característica del sistema.
También funciona en sentido contrario. Solo una vez desde el 2005 PECOTA ha proyectado que un equipo ganaría menos de 60 juegos. Eso fue en el 2012, cuando los Astros fueron proyectados a terminar con 59-103. Ese fue el segundo año del proceso de casi completo derrumbe y reconstrucción en Houston y su alineación del día de apertura incluyó a Jordan Schafer como bateador abridor, Carlos Lee de cuarto bate, Brian Bogusevic bateando de quinto, y Wandy Rodríguez en la lomita. La carrera de José Altuve era en ese momento de 57 partidos. J.D. Martinez estaba todavía a dos años de ser dejado libre porque no bateaba lo suficiente. Houston perdió 106 partidos el año anterior a ese y perdería 111 juegos el año posterior a ese. El equipo fue incluso peor de lo que PECOTA había proyectado, terminando con 55-107, el peor record del béisbol.
PECOTA fue creado en el 2003, y en cada uno de los primeros dos años de existencia del sistema el mismo proyectó múltiples equipos con 100 o más victorias y múltiples equipos con menos de 60 ganados. Esas proyecciones extremas se destacan ahora como extremadamente inusuales, los resultados de un sistema nuevo que todavía estaba evolucionando a lo que luego se convertiría. (Algo parecido, digamos, a un pitcher del Salón de la Fama colocando un ERA de 5.00 o peor en sus primeras dos temporadas.) Sin embargo, solo una vez desde el 2005 ha observado PECOTA un equipo en papel y pensado, “Estos van a ganar menos de 60 juegos.” Eso fue hasta ahora.
La temporada pasada se esperaba que los Orioles fueran un equipo bastante malo. PECOTA los proyectó a un record de 69-93. Los fanáticos de los Orioles en su generalidad no han sido tímidos a la hora de expresar su disgusto por PECOTA a través de los años, pero en esta ocasión ambos bandos parecieron estar en la misma página. “Las proyecciones siguen odiando a los Orioles, y en esta ocasión, no es una sorpresa,” rezaba el titular en Camden Chat. “¿Podría ser este el invierno en el que los Orioles caminen al mismo paso del más odiado acrónimo de béisbol en que sus fanáticos pueden pensar-PECOTA?” se preguntaba el Baltimore Sun. PECOTA pensaba que los Orioles serían el cuarto peor equipo en el béisbol y en cambio estos fueron el primer equipo desde los Tigers del 2003 en ganar menos de 50 juegos.
Y ahora, como si se preocupara por sobreestimar a los Orioles por segunda campaña consecutiva y que eso arruine su reputación de odiarlos, PECOTA ha proyectado a Baltimore para un record de 59-103. Esa podría verse como una proyección optimista viniendo de una temporada de 47-115 -mejorías de 12 partidos de una temporada a otra son bien difíciles, después de todo- pero tengamos en cuenta que PECOTA no está proyectando el peor escenario posible. Este es el escenario más probable. Baltimore tiene muchas probabilidades de perder esos 103 juegos. Baltimore está empatado con esos Astros del 2012 como el peor equipo que ha proyectado PECOTA desde el 2005.
De hecho, solamente 14 equipos entre el 2005-2018 fueron proyectados para ganar menos de 66 juegos:
En promedio, esos 14 equipos fueron proyectados para ganar 64.6 juegos y ellos ganaron… 64.6 juegos. La diferencia combinada entre su total de victorias proyectado (905) y su total de victorias real (904) fue…un juego. Comparándolos con sus proyecciones, seis de los equipos estuvieron peores, siete de los equipos estuvieron mejores, y un equipo (los Twins en el 2013, 66-96) jugaron exactamente cual lo proyectado. Eso es lo que podemos llamar una estupenda labor de proyección.
(Un aparte: los fanáticos de los Astros han visto bastante. Cuatro de los 14 equipos peor proyectados entre el 2005-2018 fueron de Houston. Este año, por tercera temporada consecutiva, PECOTA proyecta a los Astros para tener el mejor record en la Liga Americana.)
Ninguno de esos 14 clubes ganó más de 74 juegos y las diferencias positivas más grandes entre victorias reales y proyectadas fueron las de los Astros del 2009 con +8 y los Nationals del 2007 con +7. Cinco de los seis equipos proyectados a ganar 65 o menos partidos estuvieron aun peor que lo proyectado, y el único que lo hizo mejor superó su proyección por exactamente una victoria. Todo esto es una forma muy elaborada de decir que los Orioles no tienen oportunidad alguna de ser otra cosa que terribles esta temporada. Pero eso ya lo sabían.
PECOTA proyecta a los Orioles para anotar la segunda menor cantidad de carreras de la liga, pero la fuente real de su anticipada atrocidad viene de su cuerpo de lanzadores. No solo están los Orioles proyectados a permitir la mayor cantidad de carreras en todo el béisbol, pero si PECOTA está en lo correcto ellos concederán 60 carreras más que el segundo peor equipo y un espeluznante total de 106 carreras más que el tercer peor equipo. O, viéndolo de otra manera: El margen en la proyección de carreras permitidas entre los Orioles en el lugar número 30 y los Royals en el número 28 es mayor que el margen entre los Royals en el lugar 28 y los Rockies en el decimoquinto.
Los depth charts de Baseball Prospectus –los cuales serán actualizador desde hoy hasta el Día de Apertura- actualmente proyectan que 23 lanzadores tendrán al menos 25 innings para los Orioles esta próxima temporada y el mejor ERA proyectado de todo el grupo es 4.37 por el relevista medio Paul Fry. Entre los 12 lanzadores que tenemos señalados para iniciar al menos un partido para los Orioles, solamente Nate Karns (4.41) y Dylan Bundy (4.64) se espera tengan un ERA por debajo de 5.00. Algunas de esas horrendas proyecciones en el pitcheo se deben a horrendas proyecciones de la defensa, por supuesto, y PECOTA ve a los defensores de los Orioles como los penúltimos del béisbol con -29 carreras defensivas.
La definición de BP de “nivel reemplazo” equivale a un porcentaje de ganados de .300 a nivel de equipo, lo que quiere decir que un equipo compuesto exclusivamente por jugadores nivel-reemplazo (firmas de liga menor, reclamados en waiver, trotamundos disponibles y sin contrato, antiguos ganadores del trofeo Heisman, etc.) tendría un record de 49-113. Mike Trout está proyectado para el total más alto en MLB con 8.7 Victorias Sobre un Jugador Nivel Reemplazo (WARP) este año. De modo que si usted toma un equipo de jugadores nivel-reemplazo y le agrega a Trout solamente, ese equipo estaría proyectado para un record de 58-104. Baltimore está proyectado para 59-103.
Bundy (1.6) es el único lanzador de los Orioles proyectado a obtener más de 0.6 WARP, y los únicos jugadores de posición que proyectan sobre las 0.6 WARP son Trey Mancini (1.5), Jonathan Villar (1.2) y Cedric Mullins (1.1). Chris Davis, el jugador mejor pagado de los Orioles con un salario de $23 millones en el cuarto año de un contrato de siete temporadas y $161 millones, está proyectado a batear .214/.301/.387 y producir -0.3 WARP. En adición a Davis en la primera base, los Orioles están proyectados a obtener producción por debajo del nivel-reemplazo de su cátcher regular, shortstop, tercera base y jardinero derecho, además de dos quintos de su rotación abridora.
Y de nuevo, ese es el que PECOTA ve como el escenario más probable, no el peor escenario posible. Ninguno de los jugadores potenciales a ser subidos al equipo grande en medio de la temporada se proyectan con un desempeño por encima del nivel reemplazo y cualquier veterano que esté teniendo un año productivo será cambiado a otro equipo antes de la fecha límite. No hay ayuda en camino. Si este equipo de los Orioles transita la ruta del peor escenario posible por segunda temporada consecutiva, 120 derrotas bien pudieran estar a su alcance. Solo los Mets de 1962 han perdido 120 juegos en una temporada desde el año 1900, con los Tigers del 2003 llegando lo más cerca con 119 en el 2003. PECOTA nació en el 2003 y proyectó esos Tigers a un record de 55-107, de modo que aun la versión más joven y más extrema del sistema pudo prever o imaginar algo así de malo.
Ha sido igual de difícil, o al menos igual de extraño, para un equipo perder en la vida real 110 o más juegos que lo que ha sido para un equipo ser proyectado a perder 100 o más juegos. Esas 10 derrotas “extras” son poco comunes, pero además todo tiene que haber salido mal para ese equipo perder 110 o más juegos –lesiones, desempeños horribles, buenos jugadores incluidos en cambios en medio de la temporada, problemas en el clubhouse- mientras que el equipo proyectado a perder esos 100 o más partidos fue simplemente construido esa manera. Ese es su percentil 50 o quincuagésimo. Es como la diferencia entre una casa que se incendia después de un año y una casa que colapsa antes de que alguien se pueda mudar en ella. Estamos a seis semanas del Día de Apertura y, la base de los Orioles ya está temblorosa.
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