Traducido por José M. Hernández Lagunes
Ya hay juegos de pelota. No significan mucho, pero ya nos encontramos en la dirección correcta. Estamos a como tres semanas de que Ichiro Suzuki (supuestamente) batee primero por los Mariners en Tokio y aproximadamente a un mes del Día de Apertura. La comunidad beisbolística ha soportado otra temporada invernal plagada de historias falsas, y aunque el regreso de la temporada regular no hará que todas las cositas feas desaparezcan, al menos tendremos la oportunidad de enfocarnos nuevamente en las maravillas que engalanan los campos de pelota a diario. Estoy seguro que todos estamos agradecidos por ello.
Hablando de maravillas, las Ligas Mayores están a punto de recibir una fuerte inyección de talento gracias a los prospectos top quienes deberán entrar en las alineaciones, rotaciones y bullpens de varios equipos en 2019. De los 10 prospectos con mejor valoración en los Top 101 de Baseball Prospectus, no debería sorprendernos si ocho de ellos juegan en las Mayores esta temporada. Varios otros—tanto aquellos dentro de la lista como otros quienes no aparecen—deben unírseles, y esos debuts siempre resultan gratificantes. Los equipos se mantienen comprometidos con intentar drenar cada segundo de tiempo de servicio por parte de sus mejores prospectos, pero veremos a la última ola de talento tarde o temprano sin importar.
A estas alturas, es muy probable que ya conozcas al mejor prospecto del deporte. Vladimir Guerrero Jr. es un talento especial con un pedigrí especial. No está solo en la categoría de prospectos importantes con padres quienes jugaron en las Ligas Mayores, pero Vladito está muy por encima de sus compañeros. Eso es lo que sucede cuando, a la tierna edad de 19 años, bateas .402/.449/.671 en Doble-A y .336/.414/.564 en Triple-A. Ciertamente tenemos mejores métricas que las líneas típicas, pero a veces sólo tienes que mirar esos números y saborearlos por lo que son: realmente sobresalientes.
Y por eso hay mucha publicidad alrededor de Guerrero, lo cual es comprensible. Aquí está el hijo de un amado miembro del Salón de la Fama; un jugador que podría ser mejor que su padre; un jugador con increíbles positivos jugando para la solitaria organización canadiense (en proceso de establecer un futuro más brillante); un jugador con un don para lo dramático y un swing que es un poco más fulgurante que su sonrisa. La trascendencia humana se encuentra en la intersección del carisma con la habilidad. Guerrero parece haber puesto ya esa dirección en Google Maps y está camino hacia allá (aunque su gerente general “recalculó” su viaje la semana pasada). Pero a pesar de todo el bombo y platillo…
De cierta forma, ya hemos visto antes a Guerrero. Varios de los prospectos top-5 globales de la última década han debutado por encima del promedio en Grandes Ligas. Todavía no tenemos el gusto de verle en las Mayores, pero PECOTA le proyecta para 3.1 WARP en 455 apariciones al plato, un DRC+ de 137, con 21 cuadrangulares (y una base robada, lo cual es tan simpático que pensé que había que mencionarlo). Este es un increíble pronóstico para cualquier pelotero—es la décima primera proyección para cualquier bateador esta temporada—y ciertamente es la más sólida para alguien quien todavía no tiene 20 años.
Sin embargo, en los últimos 10 años, ha habido debuts tan o más sólidos que el que Guerrero está proyectado para hacer. Jason Heyward y Giancarlo Stanton fueron alguna vez los mejores prospectos y obtuvieron 2.6 WARP en su temporada de debut como jóvenes de 20 años. Ambos fueron bateadores por encima del promedio y jardineros adecuados o mejores. Heyward jugó casi una temporada completa mientras que la de Stanton fue un poco más corta. Pero esos dos debuts no llegan al nivel de las expectativas de Guerrero. Necesitamos apuntar un poco más alto.
Un par de paradores en corto muy apreciados saltan a la vista a continuación: en 2015, Carlos Correa y Francisco Lindor fueron clasificados como el tercer y cuarto mejor prospecto respectivamente. Ambos compilaron 2.8 WARP en sus debuts, aunque lo hicieron de forma diferente. El juego de Correa se inclinó más hacia la ofensiva, ya que era un jugador con más físico. Lindor era más equilibrado y se ha convertido en un producto más ofensivo en los años subsecuentes. Ambos jugaron 99 partidos esa temporada y ambos siguen siendo el tipo de jugadores que todos los equipos codician.
En cuanto a los lanzadores, la temporada de debut de Gerrit Cole fue mejor que cualquier otra para un prospecto top-5 en la última década. Aunque no era una máquina de ponches, Cole mantuvo la pelota en el suelo y limitó las bases por bolas en su camino hacia un DRA de 2.89 en su temporada de 22 años. Hace apenas un año, vimos a Ronald Acuña hacer daño como debutante. Su madura actuación ofensiva recordaba a alguien mucho mayor de 20 años, aunque tuvo algunos altibajos defensivos. Tanto Cole como Acuña valieron 2.9 WARP en sus campañas de graduación, acercándolos a la marca de Guerrero vista por PECOTA.
Un trío de jugadores superó esa marca completamente. La temporada pasada, fuimos testigos del despunte de Gleyber Torres a sus 21 años de edad, con una marca de 3.7 WARP. Una temporada ofensiva completa, apoyada por una defensa muy hábil, sirvió. Volviendo a la clase del 2015, el quinto prospecto, Kris Bryant, sufrió de algunos de los trucos de tiempo de servicio que ya conocemos, pero aún así logró acumular 3.9 WARP. Bryant, un recluta universitario como Cole, ya era un poquito mayor a sus 23 años en comparación con Guerrero, pero vaya que si bateó en su primera temporada.
Pero nadie superará lo que hizo Bryce Harper. Con 20 años, valía 4.6 WARP en 2012. Bateó con poder. Tomó sus bases por bola. Limitó sus ponches. Era buen defensor y un buen corredor. El debut de Harper fue una belleza. La temporada de debut de Mike Trout no fue tan buena, y aunque rápidamente se convirtió en una fuerza imparable, Harper es notable por haber hecho clic desde el primer día. Harper puso el listón para lo que se puede esperar de un prospecto de 20 años de edad. La proyección de Guerrero no se acerca a lo que hizo Harper a esa edad, lo que no quiere decir que el primero no sea capaz de actuar como el segundo, sino más bien sugiere que incluso el mejor escenario para Guerrero no es algo totalmente nuevo.
El tren de emoción de Vlad Jr. es real y debe serlo. Es un talento de estirpe y el tipo de estrella joven que Toronto (y el béisbol, en su conjunto) necesita. Hemos sido testigos de algunos debuts emocionantes durante la última década, y Guerrero deberá serlo también. Aunque su debut no sea histórico, teniendo en cuenta algunas de las actuaciones enumeradas anteriormente, deberá ser muy emocionante y probablemente lo sitúe en una lista con algunos de los mejores jugadores del juego. Una temporada de debut en la burbuja de 3.0 WARP o superior no es nada fácil. Teniendo en cuenta a los jugadores que lo han logrado en los últimos 10 años, Guerrero parece estar ya en una compañía especial. Ahora tendremos que esperar nuestro tiempo (de servicio) hasta que vea un campo de Grandes Ligas.
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