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Los Philadelphia Phillies fichan al JD Bryce Harper a un contrato de 13 años y $330 millones.. [2/28]
Es apropiado, realmente, el que los Phillies (y todos los otros pretendientes de Bryce Harper) hayan tenido que ir y venir a Las Vegas unas cuantas veces para poder cortejar al agente libre de mayor perfil que el béisbol ha visto en años. Es apropiado, porque a pesar de todo el talento, juventud y carisma de Harper, el acuerdo que firmara iba a ser siempre una apuesta. La forma específica que dicho acuerdo terminó tomando –un compromiso de 13 años, sin ninguna cláusula de escape incluida- en verdad lo subraya.
Hemos visto a Harper tener mejor desempeño entre las edades de 19 y 20 años que todos, menos un puñado de jugadores en la historia del béisbol. Lo hemos visto ganar un premio a Jugador Más Valioso, y no solamente ganarlo, sino perder de vista al resto de los contrincantes en esa carrera, en una de las mejores temporadas ofensivas individuales del siglo 21. Hemos visto a un jugador que puede demostrar un poder crudo prodigioso que tenía a muchas personas soñando con su futuro de grandes ligas antes de que tuviera edad suficiente para conducir, y desarrollar ese poder en un arma utilizable al nivel de liga mayor. Hemos visto su swing transformarse en el más fácil de identificar en el juego, con una inconfundible carga y explosión que pone a prueba los límites del violento potencial de un swing de béisbol.
Lo que no hemos visto de Harper, sin embargo, es un enfoque en la caja de bateo que haya durado (mucho menos funcionado, consistentemente) por siquiera una temporada completa. Contrastemos a Manny Machado y Harper durante los últimos tres años, en algunas métricas clave de enfoque en el plato.
Manny Machado, 2016-18, Indicadores de Enfoque
Temp | % Sw. 1er. Pit | % Sw. Zona | % Cont. Zona | % Sw. afuera Zn. | % Cont. afuera Zn. | % Rodados | % Halar |
2016 | 33.5 | 70.7 | 85.8 | 31.2 | 61.5 | 37.9 | 39.8 |
2017 | 33.2 | 70.6 | 87.0 | 30.5 | 60.7 | 42.2 | 37.6 |
2018 | 33.0 | 72.1 | 86.2 | 29.3 | 60.4 | 40.0 | 34.7 |
Bryce Harper, 2016-18, Indicadores de Enfoque
Temp | % Sw. 1er. Pit | % Sw. Zona | % Cont. Zona | % Sw. afuera Zn | % Cont. afuera Zn. | % Rodado | % Halar |
2016 | 29.5 | 64.2 | 83.1 | 25.5 | 63.9 | 41.1 | 36.3 |
2017 | 36.8 | 68.3 | 81.7 | 30.8 | 56.0 | 41.4 | 32.1 |
2018 | 39.6 | 68.2 | 75.4 | 26.8 | 53.4 | 41.0 | 40.3 |
Esto no es algo malo; ni por asomo. Todo lo que quiere decir es que Harper es, quizás en mayor medida que Machado (u otros jugadores experimentados similares), capaz de hacer grandes ajustes sin sacrificar efectividad, o arribar a grandes números y resultados por múltiples vías. Más importante aún, la dirección específica de los cambios de Harper nos enseña que los ha emprendido de forma muy pensada y reflexiva. En un entorno donde los lanzadores atacan la zona de strike más temprano y de manera más efectiva que nunca, Harper ha aprendido a volverse agresivo. Es por eso que esa proporción de contacto en lanzamientos dentro de la zona de strike (el quinto más bajo en MLB en el 2018) no condujo a un número catastrófico de ponches.
Harper no expande su zona de strike, sin embargo, y los lanzadores saben que deben lanzarle de manera extremadamente cuidadosa para mantenerse alejados de su poder. Eso le da a él la habilidad de conseguir toneladas de bases por bolas, pese a su mentalidad agresiva y su número de swings sin hacer contacto. Harper aún está aprendiendo a batear en contra del shift, mentalmente, y a manejar el ser trabajado con pitcheos en los alrededores de la zona. Pero ha tenido avances en ambos aspectos durante los últimos dos años, y va a ser excepcionalmente difícil lanzarle en los alrededores con la alineación que Gabe Kapler podrá utilizar de manera regular a partir de ahora:
- Andrew McCutchen – LF
- Bryce Harper – RF
- Rhys Hoskins – 1B
- J.T. Realmuto – C
- Jean Segura – SS
- Odubel Herrera – CF
- Maikel Franco – 3B
- [Pitcher]
- Cesar Hernandez – 2B
La salud y esos grandes ajustes han conducido a una amplia varianza en el desempeño año a año de Harper. Ahora, tendrá la oportunidad de concretar su enfoque, el cual es quizás perfecto para el juego moderno, y lo hará mientras juega sus partidos de casa en el tercer estadio más amigable para los bateadores en la MLB, de acuerdo a los Net Park Ratings desarrollados por nuestro equipo de estadísticas en la construcción del DRC+. Las interrogantes acerca de su juego ofensivo siguen siendo reales, pero no son especialmente preocupantes. Harper podría, fácilmente, tener otra temporada o tres cercana a esa campaña del 2015 en él, y su base amplia de habilidades ofensivas se estima madurarán de forma adecuada.
Hay más preguntas por responder, por supuesto. La defensa de Harper no ha sido nada brillante desde quizá el 2014, y en el 2018 fue francamente mala. Los Nationals le exigieron demás jugándolo en el jardín central por un tiempo; los Phillies no cometerán el mismo error. Pero, aun en una de las esquinas, su presencia defensiva es neutral. Para cuando tenga 32 años, puede que ya no sea un jardinero viable, y todavía le restarán seis años a su acuerdo en ese punto. Por supuesto, la Liga Nacional probablemente agregue el Bateador Designado en algún momento de los próximos tres o cuatro años, de modo que esto solo importaría de forma marginal, pero cuando sea que haga esa transición, Harper tendrá que probar que puede mantener sus niveles ofensivos actuales para evitar convertirse en un peso muerto en el roster.
Pero estamos a años de eso. En el futuro a corto –y tal vez incluso mediano- plazo, Harper tiene la oportunidad de probar la teoría rampante de que el año pasado se estuvo preservando en el terreno –que él todavía es un buen defensor y simplemente quería evitar una lesión seria en su año pre-agencia libre. Tendrá la oportunidad de cambiar su cuerpo un poquito, si las circunstancias lo demandan, o mostrar que sus 13 bases robadas en 16 intentos del año pasado fueron un indicador positivo de la explosividad que puede mantener aun con 235 libras de peso. Harper tendrá también la oportunidad de ganar un par de Series Mundiales, si los Phillies continúan demostrando el actual nivel de compromiso hacia ese propósito.
El arribo de Harper completa una temporada muerta perfecta para Philadelphia. De hecho, han tenido una de las mejores de la época reciente. El intercambio de Carlos Santana y otros por Jean Segura les permitió mover a Rhys Hoskins de regreso a su posición defensiva adecuada, y los hizo mejores defensivamente en el campocorto y el jardín izquierdo. El fichaje de Andrew McCutchen reemplaza las estables habilidades en OBP de Santana, todavía muy necesitadas y valoradas por esta organización. David Robertson y Juan Nicasio aportan profundidad y balance a un bullpen que las necesita. El intrépido movimiento de cambiar a Jorge Alfaro y Sixto Sanchez para obtener uno de los mejores catchers del béisbol en J.T. Realmuto les dio otra arma ofensiva y le inyectó un verdadero talento incandescente. Ahora, ya han completado el rompecabezas. Aquí están los OBPs agregados del equipo para cada una de las primeras seis posiciones de la alineación el año pasado, y el OBP proyectado para los hombres que ocuparán esos espacios en el 2019:
- .353; .353
- .315; .380 (sin ajustar para el Citizens Bank Park)
- .301; .352
- .363; .339
- .317; .347
- .301; .331
Trece años es una eternidad, especialmente en la forma en que el béisbol se juega en el 2019. Es probable que los últimos cinco años de este acuerdo retornarán muy poco o ningún valor. En la parte frontal del mismo, sin embargo, los Phillies se han convertido a sí mismos en al menos los co-favoritos en el este de la Liga Nacional, y quizás de toda la Liga Nacional. Se han preparado para ser muy buenos y excitantes por los próximos dos años, como minino, y Harper está en posición de poner números tipo Ryan Howard por el tiempo que se pueda mantener saludable. Después de todo, Howard tenía apenas 390 apariciones al plato en su carrera entrando a su temporada edad 26 años. Harper tiene ya 385 extrabases en la suya. El salario anual de Harper disminuirá apenas por encima de lo fue el de Howard en su punto más caro, lo cual le permitirá a los Phillies mayor flexibilidad con respecto al impuesto de lujo que cualquier equipo que fichara a Harper pudo haber esperado tener cuando el contrato fue firmado –no solo ahora, sino en dos años, cuando Realmuto pueda ir a la agencia libre, y también pueda ir Mike Trout.
En este sentido, los términos del acuerdo son tan favorables al equipo como es de llamativo el monto total del mismo. Se envía un mensaje acerca de la mentalidad de Harper, y le da a su nuevo equipo una oportunidad de rodearlo con el mejor talento posible. Para ambas partes, este es el final más feliz que esta prolongada negociación pudo haber tenido. Para el resto de la Liga Nacional, esto debe ser muy, muy aterrador. Tanto Harper como los Phillies parecen estar jugándose todas sus fichas.
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