Traducido por Marco Gamez
Para ser un equipo que lideró su liga en el diferencial de carreras la temporada pasada, los Dodgers tuvieron una marcha complicada hacia la Serie Mundial. Agobiados por lesiones y juego mediocre, Los Ángeles acumuló un récord de 16-26 hasta mediados de mayo. Para salir de ese hoyo, el equipo preeminente del beisbol jugueteó con su plantilla, hizo algo nuevo: bajó o subió a dos jugadores al menos 10 veces cada uno, por primera vez desde que Andrew Friedman se convirtió en presidente de operaciones de béisbol en octubre 2014. El lanzador derecho multiuso Brock Stewart y el relevista Pat Venditte hicieron catorce viajes de negocios cada uno durante la temporada.
Stewart y Venditte no tuvieron más remedio que moverse entre esas plantillas porque a cada uno le quedaba una opción de ser bajado a las ligas menores. Las opciones le garantizaron a la oficina “cerebro” de Los Ángeles que el equipo tenía la capacidad de, prácticamente a voluntad, convocarlos y deshacerse de ellos, en la plantilla de grandes ligas. Al analizar el movimiento con el equipo de comunicaciones del Oklahoma City, novena de Triple-A, Stewart estimó que entre las giras, las escalas y las cancelaciones tuvo una combinación de cerca de 20 vuelos en un período de dos meses. Ese total incluyó seis vuelos entre dos países en un lapso de 36 horas durante mayo.
Es un número desconcertante de viajes para un jugador que lanzó solo 17 2/3 entradas en Grandes Ligas durante el año. Pero tal vez no debería ser una sorpresa, dada la gran cantidad de lesiones de lanzadores de los Dodgers durante 2018 y el plan de la oficina principal para construir y administrar un cuerpo de lanzadores.
“Los lanzadores abridores se han sobrevaluado en la industria porque, exceptuando a los ases, están lanzando menos entradas, tienen menos aperturas, cuando se necesita más profundidad”, dijo Friedman a ESPN en abril 2017. “Tenemos mucha profundidad en lo que respecta a prospectos y por ende en lo que respecta a Grandes Ligas. La cantidad es tan importante como la calidad en el béisbol de hoy”.
En la cita, Friedman enfatiza las virtudes de su sistema de equipos filiales, que se ubicó en el séptimo lugar o más arriba en los rankings organizacionales de BP entre 2015-2018, y señala que su club ha tenido un grupo de jugadores que emergen de las ligas menores para tapar los huecos. Pero curiosamente, él generaliza más allá de su propio equipo, diciendo que depender de la profundidad de las ligas menores es parte integral de la gestión de un club de beisbol moderno. Entonces, mientras que la oficina principal de los Dodgers obtuvo su primer lugar gracias a trasladar a Stewart y Venditte de un lado a otro, grandes volúmenes de descensos opcionales y ascensos podrían no ser inusuales para los equipos de hoy. Podemos profundizar más en los abultados registros de transacciones de MLB, que contienen el catálogo masivo de movimientos ejecutados por equipos cada mes.
Las transacciones se transmiten con una estructura de oraciones ya formulada, lo que permite que el texto se grabe en un conjunto de datos. De estos registros, pude extraer detalles clave sobre cada movimiento: el nombre del jugador, la posición y el club principal, junto con el tipo de transacción y la fecha de ejecución. Filtré de acuerdo a los descensos opcionales y a los ascensos que tuvieron lugar durante un período definido en la temporada regular: desde el día de la primavera, cuando todos los equipos completaron al menos su primer juego hasta el domingo de otoño, cuando los 30 clubes estaban programados para jugar su juego número 162.
Con los registros analizados y los parámetros establecidos, podemos examinar el crecimiento de la liga en el número de descensos a ligas menores y ascensos a las mayores de bateadores y lanzadores que se remontan a la temporada 2009, cuando los registros de transacciones de la MLB se organizaron por primera vez en formato tabular.
Al cierre de la temporada regular de 2018, el 30 de septiembre, el total de lanzadores bajados y subidos fue de 1,495, más del doble que en 2009. El volumen de transacciones de lanzadores creció a un promedio de 87 por año, u 8.9%. Los incrementos se han acelerado en los últimos cinco años, ya que cada temporada promedió 119 movimientos adicionales: saltos de 10.1%. Los ascensos de lanzadores han superado en gran medida a los de bateadores, expandiendo la brecha entre las dos curvas. De extremo a extremo en la tabla, la distancia entre el número de transacciones de bateador y lanzador pasó de 259 en 2009 a 712 en 2018.
La trayectoria de crecimiento de los ascensos y descensos de bateadores también ha sido considerable por sí sola. En total, los jugadores de posición viajaron desde y hacia las mayores 74.4% más a menudo el año pasado que en 2009. Durante la década, los bateadores han estado en el ascensor 37 veces más (+6.7%) en promedio cada año. Más recientemente, de 2017 a 2018, el total de movimientos aumentó a 127, un aumento del 19,4.
A menos que estos resultados indiquen un redoblado informe de transacciones de MLB, lo que parece poco probable dada la amplitud de los datos y la estabilidad de los aumentos, estamos presenciando una transformación en la forma en que se administran las plantillas en toda la liga. Y créanlo o no, los Dodgers no son, en realidad, la organización más activa en esta área.
El siguiente mapa de zonas calientes muestra un desglose completo de cada equipo en el número total de transacciones de descensos y ascensos que efectuaron, dividiendo en marcos de tiempo el conjunto de datos.
Número de transacciones
Cada equipo aumentó la cantidad de movimientos de lanzadores realizados en el lapso 2014-2018, y generalmente los aumentos fueron sustanciales. En promedio, el equipo típico realizó 76 ascensos y descensos adicionales del período inicial de cinco años al siguiente, lo que representó un aumento del 60,8%. Ningún equipo supera las 153 transacciones adicionales de lanzadores que hicieron los Dodgers, lo cual refleja tanto la progresión natural como el contraste entre los regímenes del analítico Friedman y su antecesor de la vieja escuela, Ned Colletti.
Sin embargo, como se mencionó anteriormente, los Dodgers no son en realidad el equipo número 1 en este rubro; ese honor es para los Orioles, quienes lideraron a los 30 equipos del béisbol en movimientos de lanzadores en ambos marcos de tiempo. Baltimore totalizó 299 ascensos y descensos en el lapso 2014-2018, una suma que fue seguida por los Angels (278) y tres clubes que se encuentran en el hermoso mundo sabermétrico del béisbol: los Dodgers (275), los Yankees (269) y los A’s (249).
La historia es similar para los bateadores, aunque sus aumentos no son tan resonantes. De 2009-2013 a 2014-2018, el equipo promedio aumentó sus descensos opcionales y ascensos de jugadores de posición hasta 26 más, un aumento del 34.7%. Los Dodgers también ocuparon un lugar destacado en la lista de bateadores, ocupando el quinto lugar con 143 movimientos en los últimos cinco años. Pero sus competidores de Los Ángeles los superan a ellos y a todos los demás clubes en este frente, ya que los Angels realizaron 157 transacciones de jugadores de posición desde 2014-2018. La suma de las transacciones de lanzadores y bateadores en el período 2014-2018 revela que los Angels realizaron 435 movimientos, la mayor cantidad para un club y casi el doble de la suma de la franquicia con sede en Anaheim de los cinco años anteriores.
Estos incrementos ilustran una evolución en la estrategia en toda la liga. Los equipos tienen una inclinación creciente a usar lanzadores más frescos que se han mantenido alejados de los rigores de las grandes ligas. En los clubes granjas (sucursales), los lanzadores tienen restricciones de entradas para protegerlos contra la fatiga y las lesiones en juegos que son muy poco importantes para las organizaciones matrices. Las ligas mayores son un animal diferente, ya que los equipos están mucho más inclinados a sostener cuerpos de relevistas potentes y de alta velocidad que maximizan su capacidad de ganar. Y se necesitan más lanzadores para subir y cumplir estos roles en cuerpos de relevistas expandidos, que se pueden adaptar a una lista de oponentes.
Todo esto apoya la idea de que rotar lanzadores entre las mayores y las menores de manera rutinaria es una buena estrategia para superar la maratón que es la temporada de béisbol. El recorte pre-2017 de una estadía mínima en la lista de incapacitados de 15 a 10 días también es probable que propicie el movimiento entre ligas mayores y menores. Los posibles más rápidos regresos desde la inactividad han provocado que los equipos estén más dispuestos a dejar de lado a los jugadores lesionados, creando más hoyos en la plantilla de jugadores. Y aparte de las razones centradas en los lanzadores relevistas mencionadas anteriormente, los bateadores también se han visto afectados por los ajustes en la LI.
Es probable que estas tácticas de manipulación de plantilla permanezcan de moda en la medida que los equipos buscan obtener más ventajas en el campo de juego. Esto significaría que el volumen de ascensos y descensos opcionales no disminuirá en la próxima temporada. Aun cuando Venditte ha tomado la opción que disponía para irse a los rivales Giants, Stewart ingresa a la temporada 2019 en la plantilla de 40 jugadores de los Dodgers con una cuarta opción de liga menor “extra” recién otorgada. Así que deberíamos esperar que los Dodgers alisten a Stewart y otros brazos más para que viajen repetidamente entre las ligas mayores y las menores en 2019. Los lanzadores que se monten en este carrusel podrían potenciar el esfuerzo de los Dodgers por un tercer banderín consecutivo.
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