Traducido por Carlos Pérez
Las defensas de la MLB han usado el ‘shift’ en el 23.8% de todas las apariciones al plato esta temporada, el número más alto de la historia del béisbol y casi el doble del 12.1% de hace dos temporadas. Muchos de esos shifts son extremos, y las alineaciones que muestran cero defensas en un lado del cuadro se están haciendo populares. Esos shifts extremos dejan al descubierto grandes partes del diamante de una manera hasta el más improbable de los toques podría producir un hit. Sin embargo, los toques suceden menos que nunca.
Por supuesto, los toleteros nunca han sido responsables de los toques de sacrificio, así que el hecho de que Joey Gallo, Bryce Harper, y otros jugadores similares sigan bateando cuando son expuestos a shifts extremos no puede ser el motivo de la bajada a nivel global de los toques en la MLB (los toleteros de hace décadas tampoco buscaban sencillos de 50 pies). Sin embargo, los bateadores menos potentes, pero veloces que ocupaban las listas de toques exitosos se han convertido en una especie en extinción, y los pocos que continúan están haciendo menos toques que nunca.
Asumir que la generación actual de jugadores no es igual que la generación previa es algo tan viejo como el tiempo, no como esos padres que se quejan de la música que escuchan los hijos, que se quejarán de la música que escuchen sus propios hijos. En este caso, sin embargo, los números no apoyan la idea de que los jugadores actuales son peores a la hora de hacer toques. En lo que llevamos de temporada, solo el 25.1% de todos los intentos de toque se ha convertido en hits, y esa es la tercera mejor marca desde que Baseball Info Solutions comenzó a recoger esta estadística en 2002, solo por detrás de 2017 y 2016.
Esas ratios pueden ser más detalladas, ya que incluyen toques fallados, sacrificios, toques en shifts, y otras rarezas de datos, pero también llegan en un momento en el que los lanzadores lanzan a una velocidad mayor que antes y los jardineros son más grandes, más rápidos y atléticos que antes. Cuando estudió a Gallo el año pasado, Rusell A. Carleton descubrió que los bateadores de la MLB como grupo son capaces de poner un toque en juego el 45% de las veces que lo intentan, y desde ahí el promedio de bateo de la MLB en toques que se ponen en juego ha rondado los .400.
Lo cual sugiere que los equipos tocan menos no por una falta de habilidad asociada a esta generación, sino por elección. Como intentar robar una base, intentar un toque tiene menos sentido cuanto más fácil es batear la pelota por encima de la verja, y nunca ha sido tan fácil batear la pelota por encima de la verja. Con más bateadores capaces de producir 20 o 30 jonrones, los equipos están menos inclinados a incluir otros jugadores con habilidad para los toques en la alineación.
Aquí hay un total de toques en cada una de las temporadas MLB de 2002 a 2018, más un total de 2019 basado en lo que ha sucedido hasta ahora:
Descenso estable de 2002 a 2010, dos subidas en 2011 y 2012, otro descenso de 2013 a 2015, y luego un escalón hacia abajo desde 2016 hasta ahora. Es muy temprano, pero estamos a un ritmo de 423 toques esta temporada, comparado con 567 tres años, 676 cinco años, y un tope de 2002-2018 de 786 en 2003. Y no solo es algo a nivel MLB. Incluso a nivel individual, donde un puñado de jugadores que hace diez años luchaban contra la extinción podrían sobrevivir mientras los toleteros dominaban el juego, ahora hay cada vez menos bateadores que hagan toques.
Aquí están los totales combinados de los cinco bateadores de toques más prolíficos de cada temporada de 2002-2018:
Los cinco líderes en toques de la MLB promediaron 102 toques de manera conjunta de 2002 a 2008, con un tope de 115 en 2003, pero los cinco líderes no han conseguido más de 75 en una temporada desde 2012. La pasada temporada, solo un jugador (Delino DeShields, 12) tuvo toques en dobles dígitos y el top cinco se combinó para 44, seis más que Willy Taveras en solitario en 2007. DeShields, uno de los jugadores más rápidos y el hijo de un experto en toques, bateó solo .216/.310/.281 con dos jonrones en 393 apariciones al plato, y aún así sus 12 toques (líder en la MLB) no habrían estado en el top cinco en ninguna temporada entre 2002 y 2009.
Durante la primera década con detalles de los toques, 2002-2011, hubo 40 registros de un jugador con al menos 15 toques esta temporada, con un promedio de cuatro por año. En las siete temporadas completas desde entonces, 2012-2018, hubo solo siete instancias, o una por año. Nadie ha superado los 20 toques desde los 21 de Juan Pierre en 2011, y ha sucedido 16 veces desde 2002 a 2010, incluyendo al menos 30 toques seis veces. También: no hay ningún equipo que tienda a hacer más toques. Se podría pensar que un algún equipo -¡vamos, Dayton Moore!- podría ir contra el resto, pero no es así.
Aquí están los máximos toques totales por equipo en cada temporada de 2002 a 2018:
La pasada temporada los Nationals lideraron la MLB con 31 toques, un total superado por dos jugadores individuales (Juan Pierre, Álex Sánchez) solo en 2003. Willy Taveras superó ese total por sí mismo en 2007 e igualó su total en 2005. En 2008, los Twins lideraron la MLB con 69 toques y seis equipos hicieron al menos 31. De vuelta a 2003, los Tigers lideraron la MLB con 65 toques y casi todo un tercio de todos los equipos MLB tuvo al menos 31. Ningún equipo ha registrado 35 toques en una temporada desde 2016, mientras que de 2002 a 2015 un promedio de 3.5 equipos por temporada lo hicieron (49 instancias totales).
Asumamos que aumentar los toques fuera positivo. Más acción, más habilidades, menos dependencia en ponches y jonrones. No voy a protestar en las oficinas de la MLB, pero el público del béisbol probablemente disfrutaría de 800 toques por temporada más que de 400. Y si ese es el caso, ¿cómo volvemos ahí? En el nivel más básico, el de menos carreras anotadas, y específicamente en el de menos jonrones, cuantos más jugadores tengan incentivos para hacer toques y los equipos tengan más incentivos para usar puestos de su plantilla en jugadores que hagan toques.
O podríamos clonar a Willy Taveras. Lo que sea más fácil.
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