Traducido por Marco Gamez
Cuando finalmente comenzó el entrenamiento de primavera y los jugadores llegaron a sus respectivos campamentos en febrero, había nuevos artículos de tecnología esperándolos que robaron mucho protagonismo a los mismos jugadores. Bastantes organizaciones comenzaron a utilizar las herramientas de recolección de datos de Rapsodo y/o las cámaras de ultra alta velocidad Edgertronic hasta el punto de que casi todas las sedes primaverales de las ligas mayores tenían algún tipo de data de la nueva era que se estaban recolectando. Esto fue algo novedoso para más de la mitad de la liga y hace solo tres años, hubiera parecido increíblemente extraño. Ahora, es común.
Uno de los componentes que los equipos seguramente estaban rastreando mediante el uso de estas tecnologías fue el giro de los lanzamientos, mejor conocido como “velocidad de giro”. Las conversaciones sobre el tema del giro en los lanzamientos han sido eternas, se vienen desarrollando desde que los lanzadores han intentado dominar a los bateadores. Pero la conversación comenzó a tomar nuevas formas y tener un nuevo impulso hace solo unos años. Baseball Prospectus fue parte de esa conversación y muchos de nosotros entramos a la discusión moderna y seria del concepto a través de piezas como ésta.
La dificultad de examinar las velocidades de giro no es encontrar los datos (Statcast lo ha estado rastreando públicamente desde 2017), sino comprender en qué dirección de rotación (o en qué eje) está ocurriendo el giro. Ese eje determinará en qué dirección “rompe” la pelota. Pero hay un lanzamiento que es el más fácil de entender y, quizás, el más fácil de examinar: la bola rápida de cuatro costuras. Tradicionalmente, este lanzamiento no debería tener mucho corte ni mucho desvanecimiento. En resumen, el giro de los envíos de cuatro costuras debe ser casi totalmente “efecto invertido” creado a partir de la liberación de la bola desde el dedo índice y el dedo medio de un lanzador. Desde un punto de vista horizontal, el lanzamiento debe permanecer casi completamente “igual”.
El valor está en la naturaleza vertical del lanzamiento. Cuanto más alto es el valor de las revoluciones por minuto (RPM) de giro en una bola rápida de cuatro costuras, más se espera que “suba”. Por supuesto, la bola no puede desafiar la gravedad y en realidad subir, sino desde la perspectiva cognitivamente entrenada de un bateador. Una gran cantidad de efecto invertido en una rápida de cuatro costuras evitará que las fuerzas de la gravedad actúen sobre el terreno de juego tan drásticamente como lo harían en una recta de cuatro costuras con una velocidad de giro baja. El lanzamiento de RPM alto puede entonces describirse como que “se eleva”, “camina” o ” tiene vida” en el que otros no. Esto, generalmente, conduce a más abanicos y/o batazos fáciles en forma de elevados que terminan en bateadores dominados por lanzadores, el tipo de resultados que los lanzadores aman y los bateadores detestan.
Desafortunadamente, el giro de los lanzamientos se considera en gran medida un talento natural y algo que es casi imposible mejorar a través del entrenamiento. En un artículo para FiveThirtyEight el otoño pasado, Travis Sawchik habló con el lanzador derecho Trevor Bauer de Cleveland, y con el profesor de física de la Universidad de Illinois, Alan Nathan. En este escrito, Bauer reconoce la naturaleza innata del giro de la bola rápida y Nathan habla directamente de lo difícil que es cambiar este particular para un lanzador. Otros han hecho afirmaciones similares, y como este no es un lanzamiento quebrado en el que se puede modificar el agarre para generar un poco más de giro hacia abajo para una ruptura hacia abajo, la bola rápida de cuatro costuras parece ser un caso de “es así y punto” para la mayoría de los lanzadores.
Gerrit Cole no es la mayoría de los lanzadores. Él ha sido durante mucho tiempo un brazo poderoso desde los días de la universidad cuando él y Bauer eran compañeros de equipo en UCLA. Pero no fue Bauer quien lo impulsó a acelerar el giro de su bola rápida. Sino que fue su compañero de equipo Justin Verlander, según Sawchik, el que ayudó a Cole a aprender a generar más giro en su lanzamiento de máxima velocidad al “mantenerse mejor detrás de la pelota”. Esa expresión significa mantener el eje de giro más vertical (efecto invertido) y/o ayudar a Cole a usar la extensión de sus dedos índice y medio para generar más giro. Eso depende de la interpretación, pero los buenos resultados están a la vista.
Gerrit Cole Lanzamiento rápido de cuatro costuras | |||||
Año | Velocidad | Uso | Prom. RPM | Movimiento Vertical | % de Abanicos |
2017 | 96.5 | 43.2% | 2165 | 8.65in. | 9.1% |
2018 | 97.1 | 53.5% | 2378 | 9.87in. | 15.2% |
2019 | 97.2 | 51.4% | 2515 | 10.3in. | 18.3% |
En el lapso de alrededor de un año y medio, Cole ha duplicado la tasa de strikes abanicando producidos por su bola rápida de cuatro costuras. Como era de esperar, aumentó la tasa a la que utiliza ese lanzamiento debido a los mejores resultados.
Sin embargo, esas mejoras no han sido generalizadas. Si bien Cole ha agregado un 15% a su total del lanzamiento de cuatro costuras desde 2017, pocos más se han acercado. Madison Bumgarner ha visto que su velocidad de giro ha mejorado considerablemente esta temporada, aunque uno debe preguntarse cuánto tiene que ver con su reciente serie de lesiones que devaluaron su lanzamiento de máxima velocidad en 2017 y 2018. E incluso con el giro mejorado, Bumgarner no es la mejor versión de sí mismo.
El equipo de investigación de BP tomó una muestra de 154 lanzadores que usaron al menos 50 bolas rápidas de cuatro costuras en cada una de las temporadas 2017, 2018 y 2019 hasta el 15 de abril. Las premisas presentadas por Bauer y Nathan parecen correctas: hay pocos lanzadores que han ganado o perdido más del 5% de velocidad giro de su bola rápida en el lapso de tres años. 133 de los 154 lanzadores que se encuentran en esta categoría mantiene una velocidad de giro promedio en el envío de cuatro costuras razonablemente constante. Solo los dos lanzadores mencionados anteriormente, Cole y Bumgarner, vieron un cambio de más del 10%. Cole relaciona el cambio con una nueva técnica y parece plausible que el aumento de Bumgarner pueda deberse a lesiones previas y al estar saludable nuevamente.
Solo cuatro lanzadores en la muestra tuvieron cambios mayores al 7%: Josh Hader (+8.7%), Jakob Junis (+8.4%), Matt Boyd (+7.2%) and Edwin Díaz (+7.1%). Notarás una tendencia familiar aquí.
Josh Hader Lanzamiento rápido de cuatro costuras |
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Año | Velocidad | Uso | Prom. RPM | Movimiento Vertical | % de Abanicos |
2017 | 94.8 | 81.4% | 2076 | 10.22in. | 18.1% |
2018 | 95.3 | 79.5% | 2036 | 9.96in. | 19.6% |
2019 | 95.7 | 87.3% | 2261 | 10.76in. | 28.5% |
Jakob Junis Lanzamiento rápido de cuatro costuras |
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Año | Velocidad | Uso | Prom. RPM | Movimiento Vertical | % de Abanicos |
2017 | 91.8 | 43.3% | 2003 | 7.65in. | 7.0% |
2018 | 91.9 | 33.3% | 2026 | 7.72in. | 6.3% |
2019 | 92.5 | 29.9% | 2176 | 9.16in. | 12.1% |
Matt Boyd Lanzamiento rápido de cuatro costuras |
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Año | Velocidad | Uso | Prom. RPM | Movimiento Vertical | % de Abanicos |
2017 | 92.8 | 36.2% | 2227 | 8.50in. | 8.8% |
2018 | 91.2 | 38.9% | 2282 | 8.74in. | 8.4% |
2019 | 91.1 | 47.6% | 2392 | 8.59in. | 16.1% |
Edwin Díaz Lanzamiento rápido de cuatro costuras |
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Año | Velocidad | Uso | Prom. RPM | Movimiento Vertical | % de Abanicos |
2017 | 97.8 | 68.5% | 2293 | 8.61in. | 12.7% |
2018 | 98 | 62.4% | 2341 | 8.95in. | 15.7% |
2019 | 97.7 | 64.4% | 2461 | 8.70in. | 31.3% |
Cada uno de los cuatro lanzadores anteriores ha visto aumentar su velocidad promedio de giro en lanzamientos de cuatro costuras en 2019. Junto con esos aumentos, han mejorado las tasas de abanicos ante sus lanzamientos rápidos de cuatro costuras. Si bien el aumento de la rotación se reconoce como un desafío, las implicaciones son claras. En el otro lado de la balanza, tres lanzadores han sufrido bajas notables en la velocidad de giros desde 2018 hasta 2019, ellos son: Tyler Glasnow, Chris Sale, y Brad Hand. Los tres han visto una disminución en los abanicos ante sus lanzamientos de cuatro costuras, aunque es cierto que Sale está luchando contra otros problemas también.
Tal vez la implementación de la tecnología esta primavera está rindiendo dividendos y no solo por los aspectos destacados mencionados anteriormente. En los 154 lanzadores de la muestra, el cambio en la velocidad de giro promedio de 2017 a 2018 fue de apenas 0.15 RPM. En medio de esta situación y entre los que aumentaron y los que disminuyeron, algo salió en claro. El cambio promedio en la velocidad de giro de 2018 a esta primera parte de 2019 es de 16.37 RPM. Esa cifra no suena como mucho, pero es una clara diferencia con el año anterior. Ochenta y cinco de los 154 lanzadores (55%) han logrado avances en el departamento de velocidad de giro de envíos de cuatro costuras en esta temporada en comparación con los 73 lanzadores (47%) del año anterior.
Por más difícil que sea aumentar el giro en los lanzamientos de cuatro costuras, parece que los lanzadores lo están haciendo. La implementación generalizada de tecnologías relativamente nuevas esta primavera podría tener algo que ver con las mejoras unidas a las estrategias de desarrollo de jugadores a medida que los equipos se vuelven más y más conscientes de los beneficios asociados con los envíos de cuatros costuras con mayor rotación. Aceptar los aumentos como cambios naturales parece ingenuo debido a las reconocidas dificultades de la técnica. Las bolas rápidas de giro más alto llegaron para quedarse y los abanicos ante este lanzamiento se mantendrán, también, al menos hasta que los bateadores se acostumbren más a estos tipos de lanzamientos de máxima velocidad y/o se ajusten a ellos.
Un agradecimiento especial al equipo de investigación de BP por su ayuda con esta pieza.
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