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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Pepe Latorre

Hace una o dos semanas alguien me preguntó sobre los bateadores emergentes. Bueno, quizás todo surgió en alguna conversación online (Ya podéis ver lo bien que me acuerdo de las circunstancias concretas en que se produjo). Ya había escrito sobre el tema de los bateadores emergentes anteriormente e identifiqué un par de tendencias:

  • En la Liga Nacional el uso de los bateadores emergentes durante esta temporada está cerca del máximo histórico desde la Era de la Expansión.
  • A pesar de esto, los bateadores emergentes están rindiendo mal. Hay una tendencia establecida que no resulta muy favorable para los bateadores emergentes. Como explica mi artículo enlazado más arriba, la distancia entre los bateadores emergentes y otros bateadores se ha ampliado en los últimos años.

Utilicemos esta temporada como ejemplo. Según datos de Baseball-Reference los bateadores emergentes de la liga están bateado.214/.305/.370 con un OPS de .675. Este año el bateador emergente promedio se parece a Kevin Kiermaier. No hace falta que diga que eso no es bueno. El OPS ajustado al estadio y a la temporada de Baseball-Reference considera una puntuación de 100 como la media. Los bateadores emergentes están registrando un 84. Es decir, su producción es de un 84% con respecto a la media, o son un 16% peor que la media de la liga.

En un artículo publicado en 2018, expliqué que tener plantillas con 12, 13 o 14 lanzadores se traduce en menos bateadores en el banquillo. Los equipos modernos ya no cuentan con auténticos bateadores emergentes como Mark Sweeney. Entre 1995 y 2008, Sweeney jugó 1218 partidos, 819 de ellos como bateador emergente. El día de hoy, los suplentes deben ser capaces de defender en varias posiciones.

En el BP Annual de este año, comenté que los bates que salen desde el banquillo se están convirtiendo en un anacronismo, como bien refleja el rendimiento de los bateadores emergentes. Está claro que cuando tus únicas opciones en el banquillo son un segundo receptor, un infielder polivalente y alguien que pueda defender en las tres posiciones de los jardines, la aportación ofensiva del bateador emergente se va a ver muy afectada.

Para ilustrar esto busqué el OPS+ de los bateadores emergentes desde que la MLB tiene 30 equipos, es decir desde 1998 hasta ahora. Y bueno…

… los resultados no fueron lo que esperaba.

De 1998 a 2018 el OPS+ promedio para los bateadores emergentes fue 75. El año pasado fue 77, por encima de la media. Este año está en 84. Si se mantiene (y ese es un Si condicional enorme) será el mejor registro obtenido por los bateadores emergentes desde 1986. Muchos de vosotros ni siquiera habías nacido en aquellos años en los que los bateadores emergentes eran así de “buenos”.

¿Qué está pasando? ¿Qué hay tras el éxito de los bateadores emergentes? Para contestar esto busqué los 14 bateadores emergentes con 15 o más visitas a la caja en lo que va de la temporada.

Jugador Equipo AP AVG OBP SLG OPS
Matt Joyce ATL 32 .207 .281 .379 .661
Nick Williams PHI 26 .125 .192 .125 .317
Eric Thames MIL 25 .250 .400 .550 .950
Pablo Sandoval SFN 24 .375 .375 .833 1.208
Dominic Smith NYN 20 .286 .500 .571 1.071
Greg Garcia SDN 19 .267 .421 .333 .754
Mark Reynolds COL 19 .063 .211 .250 .461
Kyle Farmer CIN 17 .250 .294 .500 .794
Jedd Gyorko SLN 17 .067 .176 .067 .243
Mark Zagunis CHN 17 .154 .353 .154 .507
Derek Dietrich CIN 16 .250 .438 .750 1.188
David Freese LAN 16 .273 .500 .455 .955
Blake Swihart BOS/ARI 16 .154 .313 .154 .466
Charlie Culberson ATL 15 .400 .400 .733 1.133

Estos jugadores se han combinado para una línea de bateo de .224/.341/.422 y un .762 de OPS como bates emergentes. Como hemos visto anteriormente el conjunto de todos los bateadores emergentes acumulan un .214/.305/.370 con un OPS de .675. ¡Los más habituales están siendo los mejores!

La temporada pasada, los bateadores emergentes pegaron para .212/.300/.339 con un OPS de .639. Los 14 más utilizados (con 38 o más apariciones) rindieron a peor nivel: .222/.312/.315 con un OPS de .626. Este año, por tanto, los números de los bateadores emergentes se han visto beneficiados por las actuaciones de los más habituales, especialmente por seis que tienen un OPS superior a .950.

Lo normal es que los que están rindiendo a mejor nivel experimenten una regresión. Pero también es natural pensar que aquellos que están aportando por debajo de lo esperado mejoren mientras que otros que no tienen el nivel serán devueltos a las Menores (al escribir esto, Nick Williams está en los Iron Pigs).

Pero no basta con decir eso de que “los buenos mejoraran”. Quizás la primavera sea la culpable. Todos los datos mencionados anteriormente se recogieron antes del 18 de mayo. Según FanGraphs, en este mismo día la temporada pasada, los bateadores emergentes bateaban .213/.312/.305. En esa misma fecha, pero en 2017, nos encontrábamos con un .247/.325/.380. En 2016 con un .225/.309/.357. Y en 2015 con un .207/.281/.326.

En 2016 el OPS registrado por los bateadores emergentes hasta el 18 de mayo fue 23 puntos mayor al acumulado al final de la temporada. En 2017 fue 58 puntos mayor. Sin embargo, en 2015 estuvo 13 puntos por debajo y se redujo hasta los 22 el año pasado. Los datos no resultan concluyentes. No indican claramente que vaya a haber una regresión próximamente.

¿Cuál es mi apuesta? Esta temporada va a ser como la 2016 y 2017. Los bates emergentes van a rendir peor en lo que resta del año. Al final de la campaña el OPS+ acumulado va a estar en torno a 70. Desde que la liga tiene 30 siempre ha sido así. Solo en tres temporadas ha sido diferente.

Pero es solo mi opinión. Si las cosas siguen así nos vamos a encontrar con el OPS de .675 más sorprendente en años.

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