Traducido por Martín Alonso
Hablemos del futuro
El Futures Game que se jugó el domingo terminó empatado, gracias al bambinazo de dos carreras de Sam Huff contra Ben Bowden y ninguno de los dos equipos fue capaz de anotar en las entradas extra (a pesar de usar la regla del “corredor en primera”.)
Y eso está bien. El Futures Game es un juego de exhibición que, más que nada, sirve para exhibir al joven talento del juego en un escenario mayor. Si eres un fanático de un equipo en reconstrucción o simplemente un fanático de los prospectos del beisbol, el Futures Game quizás te de la primera oportunidad de ver algo más que las grandes jugadas de los jugadores que en otras instancias solo leerías acerca en notas como nuestra recientemente publicada lista de los Top 50 de mediados de la temporada.
El juego de este año presentó a seis de los siete mejores prospectos de la nota previa. Jugadores menos notorios como Nate Pearson o Taylor Trammell estaban en el campo demostrando sus eléctricas habilidades, jugadores como Huff se presentaron a un escenario nacional, y vimos a jugadores como DL Hall y Grayson Rodriguez usando gorras de los Orioles en televisión nacional por lo que parece ser la única vez en toda la temporada.
El problema, sin embargo, es que el Futures Game no hizo mucho para resaltar a ninguno de ellos.
El juego fue acortado a un partido de siete entradas (aunque se jugaron ocho con la entrada adicional), una modificación sinsentido que al menos ya sabíamos que se venía. Pero una vez que el partido comenzó, obtuvimos todo menos comentarios acerca del emocionante talento que estaba en el campo. Mientras que jugadores como Wander Franco, Sixto Sanchez, y Cristian Pache estaban haciendo de lo suyo, fuimos sujetados a historias de antaño con Harold Reynolds, no una sino DOS extensas entrevistas con Ken Griffey Jr. (hacer que un segmento de Griffey sea intolerable es un crimen serio), otro con Jim Thome (nuevamente, un crimen serio en lo intolerable que fue), comerciales sin fin y promociones sobre el documental de MLB Network sobre los Seattle Mariners de 1995, el cual se estrenó después, y básicamente cualquier cosa que no tenga nada que ver con las habilidades emocionantes que estaban siendo desplegados en el campo de juego.
Major League Baseball nunca ha sido conocido por saber como promover a su joven talento, pero el Futures Game servía únicamente para ese propósito. Para un cierto tipo de fanático, se ha convertido en no uno sino el evento de la pausa del Juego de las Estrellas, porque nuevamente, es una de las pocas oportunidades que tenemos para ver a estos jugadores en vivo antes de que debuten en las mayores. Si la MLB no puede aprovechar eso, ¿cuál es el punto de tener este juego en primer lugar? –Collin Whitchurch
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No el futuro, pero el presente
Pete Alonso sigue siendo uno de los puntos altos de los Mets mientras que su temporada tanto en el campo como en los camerinos se desmorona. A pesar de perder dos de tres partidos contra los Phillies este fin de semana, Alonso bateó dos jonrones y ahora tiene 30 en lo que va de la temporada. Ya superó el récord de novatos de los Mets de 26, fijado por Darryl Strawberry en 1983 y se está acercando al récord de una sola temporada de 41, alcanzado primero por Todd Hundley y luego empatado por Carlos Beltrán.
La temporada baja anterior, nuestro equipo rankeó a Alonso como el segundo mejor prospecto de los Mets, notando que Alonso tiene poder de nivel 80 y un bate prolífico, pero que jugadores de su perfil suelen desvanecerse mas que estallar. PECOTA lo proyectó para batear .226 con un DRC+ de 108, pero también vio potencial, dándole el sexto mejor ISO de la MLB, detrás de Mike Trout, Joey Gallo, J.D. Martinez, Giancarlo Stanton, y Aaron Judge. De esos nombres, solo Gallo tiene un ISO mayor al de Alonso.
El poder siempre ha sido el fuerte de Alonso, y vaya que lo ha demostrado. Según Statcast, Alonso ha sido un jugador de elite al tratarse de conectar la pelota, haciendo contacto en varias de sus apariciones al plato. Hasta ahora, la mayoría del daño que ha propiciado ha sido contra bolas rápidas. Le ha ido tan bien contra el arsenal duro que, incluso si solo hubiese bateado cuadrangulares contra bolas rápidas, todavía lideraría a los Mets en lo que va de la temporada.
Una pregunta entrando a la temporada era cómo Alonso se adaptaría a las bolas rompientes y el resultado ha sido mixto hasta ahora. Abanica más contra sliders que cualquier otro ofrecimiento, pero no han sido un problema en su mayoría, a menos que sea un slider de un zurdo. En su lugar, Alonso ha tenido problemas contra curvas y no ha importado si el lanzamiento venia de un diestro o zurdo. Alonso ha hecho swing a un menor porcentaje de curvas que cualquier otro lanzamiento y también ha abanicado contra esos lanzamientos menos que cualquier otro tipo.
Sin embargo, el contacto que ha hecho ha sido malo para su estándar. De los cinco lanzamientos más comunes que Alonso ve, tiene por lejos el menor porcentaje de líneas y el mayor porcentaje de pop ups. Su porcentaje de slugging esperado contra curvas es casi 60 puntos más alto que sus resultados a la fecha, así que hay evidencia de que puede mejorar contra ese lanzamiento. Los lanzadores se ajustaron en junio y comenzaron a lanzarle más curvas, así que dependerá de Alonso ajustar su enfoque. Cómo responda determinará a largo plazo si será una futura estrella o un 1B/BD más del montón. –Andrew Salzman
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