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Image credit: Joe Camporeale-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Dos veces al año elaboramos un ranking a nivel nacional. Cada año, sin falta, nos encontramos con el mismo problema: un puñado de los lanzadores con opciones a figurar en él se están recuperando de la cirugía Tommy John. Esos pitchers pueden estar sin jugar durante un año o más. Generalmente los equipos no dan mucha información sobre ellos, a menos de que algo muy grave ocurra. Con frecuencia solo se tienen rumores muy vagos sobre cómo está yendo su recuperación.

En la mayoría de los casos los lanzadores que se someten a la Tommy John regresan a un nivel idéntico o muy similar al que tenían antes de pasar por el quirófano. Chris Paddack, por poner el ejemplo reciente, retomó su carrera exactamente donde la había dejado. La operación no afectó al momento en el que se esperaba su llegada a las Mayores.

Pero a veces las cosas no salen tan bien y el someterse a la cirugía se convierte en un riesgo. Marcos Molina era uno de los principales novatos en el sistema de los Mets. Se le práctico una Tommy John a finales del 2015. Su recuperación duró lo esperable. Pero su brazo no volvió igual. De hecho, nunca volvió a ser el mismo. Molina aún no ha llegado a las Mayores y los Mets prescindieron de sus servicios el verano pasado. Los Orioles le han dado una oportunidad y hoy está disputando su tercera temporada consecutiva en Doble-A.

Al iniciar la elaboración de nuestro ranking de mitad de temporada nos fijamos en tres pitchers de la lista que se encontraran en distintas etapas de la recuperación de la Tommy John. Dos de ellos ya han avanzado hacia estados que demuestran lo diferentes que pueden ser los resultados.

A.J. Puk fue operado en abril del 2018. Durante su recuperación se escucharon las cosas habituales. Todo iba bien. Empezó a lanzar, luego empezó a lanzar desde la lomita y un año después ya estaba entrenando ante bateadores. A los 14 meses volvió a lanzar en partidos y rindió de una manera muy similar a como lo hacía antes de la intervención.

Puk aún no está totalmente recuperado. Sigue en la zona de riesgo y fuimos cautelosos a la hora de decidir su posición en nuestro ranking. Seguiremos así hasta que todo vuelva a la normalidad. Aún con esto, el tener unos plazos de recuperación normales le ha valido para avanzar 50 puestos en nuestro ranking. Era el 77º al empezar la temporada y ahora es el 27º.

Brent Honeywell es el caso contrario. No ha aparecido en el ranking de mitad de temporada. Podría convertirse en un nuevo caso que ejemplifique el riesgo de la Tommy John.

Honeywell fue operado en febrero del 2018. Lo normal hubiera sido que su regresó se hubiera producido durante la primera mitad de esta temporada, en algún momento entre el Día de Apertura y el Juego de las Estrellas. No hubo demasiadas novedades durante los entrenamientos primaverales, después llegaron una serie de contratiempos.

En abril, a Honeywell se le diagnosticó rigidez en el antebrazo y se le dio descanso durante un breve periodo. Unas semanas después se le volvió a dejar en el dique seco por un atrapamiento del nervio cubital. Marc Topkin, del Tampa Bay Times, informó de que el equipo no estaba “demasiado preocupado” por las molestias en ese momento y se le permitió volver a lanzar.

Esto sucedió más o menos cuando empezamos a preparar el ranking de mitad de la temporada. En un primer momento Honeywell iba a aparecer en la misma zona en la que estaba antes del inicio de esta campaña, cuando fue 25º. Eso ya había sido una caída respecto a su posición antes de la lesión. En 2018 ocupó el puesto 11º.

Y las cosas se complicaron mucho más. Honeywell se rompió un hueso del codo que está unido al ligamento colateral cubital (UCL en inglés). Es una afección extraña, pero no desconocida. Jarrod Parker tuvo una lesión muy similar en 2015 cuando se estaba rehabilitando de una Tommy John. Nunca volvió a las Grandes Ligas y se retiró la primavera pasada.

El futuro de Honeywell es muy negro, por eso no ha aparecido en el nuevo ranking. Todo lo sucedido ilustra porque somos conservadores con los lanzadores. No se puede confiar en ellos hasta que no se ve que son capaces de regresar a un nivel similar al anterior a la lesión.

El tercer lanzador aún está en esa fase de la recuperación “en la que no se oyen muchas cosas”. Michael Kopech era un novato con un potencial similar al de Honeywell. Antes de la lesión ambos estaban considerados entre los 15 mejores prospectos del béisbol. Pitchers listos para ir a la Mayores y estar en la parte alta de la rotación. Si Kopech consiguió debutar en Grandes Ligas antes de reventarse el codo y Honeywell no se debe más a las organizaciones en las que están que a su talento y preparación.

Kopech fue operado en septiembre de 2018, eso hace que lo normal sea que se pierda todo el 2019. Hemos tenido pocas novedades sobre él. Solo se ha oído que está lanzando y las cosas parecen ir bien. Bueno, también sabemos que se acaba de comprometer con la actriz Vanessa Morgan, que es mucho más famosa que él, pero poca cosa sobre el estado de su pitcheo.

Hasta que sepamos más vamos a ser conservadores con Kopech. Fue el 24º en el ranking de la temporada muerta (una posición por delante de Honeywell) y lo dejamos en ese mismo lugar en el de mitad de temporada. Aunque no lo pudimos colocar en la lista explícitamente por una peculiaridad de las reglas que lo hacen inelegible. Teniendo en cuenta cuando fue operado podemos dar por seguro que no sabremos mucho más hasta antes del período de traspasos del 2020. Imaginó que le mantendremos en la misma posición si ese es el caso.

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