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Image credit: USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

María, María

 A principios de junio, los Twins tenían una ventaja de hasta 11.5 juegos en la División Central de la Liga Americana y parecían irrefrenables. Tras los juegos de este fin de semana, esa ventaja ya no existe. Cleveland llegó a las Ciudades Gemelas y se llevó tres de los cuatro juegos para ponerlos junto a Minnesota en la cima de la división. Una gran razón por la que se van en esa posición: Carlos Santana.

El domingo, Cleveland estuvo muy cerca de salir de Minneapolis con un empate en lugar de una victoria en la serie. Brad Hand arruinó el salvamento en la novena, pero podría haber sido peor. El excelente relevo a home de Francisco Lindor conservó el empate 3-3. A pesar de que Ehire Adrianza estaba fuera de lejos en home, un tiro inexacto habría resultado en una derrota para Cleveland. En cambio, el juego se fue a extra innings, que fue cuando Santana se encargó del partido. Desde la caja derecha, Santana conectó un grand slam en la décima entrada contra Taylor Rogers para poner a Cleveland por delante.

El cuadrangular de Santana es sólo la cereza en lo que ha sido una temporada extraordinaria para el primera base. Al entrar al juego del domingo, Santana tenía un DRC+ de 137, lo que está cómodamente por encima de su récord de 127 en su carrera. Además, su WARP de 3.4 es sólo 0.2 menos que su mejor marca previa. Santana siempre ha sido un muy buen bateador, pero pensar que era capaz de esto después de marcas de 114 y 108 DRC+ en 2017 y 2018  respectivamente, habría sido una tontería. Incluso la proyección más optimista del percentil 90 de PECOTA sólo requería 129 DRC+, muy por debajo de su posición actual.

Esas dos últimas temporadas, una en Cleveland y otra en Filadelfia, parecían ser el comienzo del declive de Santana. Tal vez esa sea una de las razones por las que Cleveland no lo volvió a contratar tras el 2017, aunque sí decidieron volver a adquirirlo a través de un intercambio antes de esta temporada. Ahora, es bastante seguro decir que en Cleveland están encantados de tenerlo de vuelta.

A pesar de lo excelente que ha sido Santana, otras fuerzas impulsoras detrás de la ascensión de Cleveland han eclipsado al jugador de primera base. Por un lado, José Ramírez se ha recuperado después de un largo desvanecimiento para comenzar la temporada. Además, las adquisiciones de Yasiel Puig y Franmil Reyes han dado un impulso al equipo. El regreso de Corey Kluber también parece inminente. Estos puntos pueden ser más importantes que el éxito de Santana en la caja de bateo, pero el hecho es que él ha sido la piedra angular del equipo en las buenas y en las malas esta temporada.—Derek Albin

Presentando al “Castigador”

En medio de la cerrada competencia para alcanzar la postemporada en el Viejo Circuito, los Cincinnati Reds ya pintaban para ser aguafiestas para varios equipos. Pero al añadir a Aristides Aquino ha traído una nueva dimensión a esa amenaza. Nada más pregúntale a los Chicago Cubs

Aquino tuvo un enorme fin de semana durante la división de honores en Cincinnati, particularmente el sábado. El joven, conocido como “El Castigador” (The Punisher, en inglés), conectó tres cuadrangulares, todos en innings consecutivos. El tercero de ellos fue el más notable. Fue medido a una velocidad de salida de 107.4 mph (172.8 kph) y viajó 452 pies (137.3 m), fácilmente siendo uno de los cuadrangulares más majestuosos que hemos visto en una temporada ya notable por las bolas adulteradas.

Y ese toletazo representa mucho de lo bueno que puede ofrecer Aquino. Aparte de las implicaciones históricas de sus tres cuadrangulares, incluyendo el haberlo hecho, por primera vez desde 1997, como novato, y siete en total durante sus 10 primeros partidos (la mayor cantidad desde Trevor Story), Aquino añade un elemento de poder que los Reds no han podido incorporar a su ofensiva a un ritmo estable esta temporada. Son 19º en slugging (.430) y 18º en ISO (.181). Aquino es un paso hacia adelante en ambos aspectos.

Tan genérico como su apodo puede ser, es muy apropiado. Aquino conectó 28 vuelcacercas en 78 partidos en Triple-A antes de ser llamado al primer equipo.—Randy Holt

 A Hader le llueven los batazos

 Josh Hader solo uno tuvo una aparición en la serie de fin de semana de Milwaukee en Texas y aunque los Brewers todavía ganaban el juego, la reciente “homeritis” de Hader continuó plagándole cuando Elvis Andrus bateó un home run para darle a Texas la delantera en la novena entrada.

El DRA de Hader ha aumentado de 2.00 a 2.37, lo que aún lo coloca entre los tres primeros lanzadores con al menos 50 entradas. Los cuadrangulares han sido la mayor diferencia entre su 2018 y 2019, ya que casi todas las estadísticas están alrededor del mismo nivel. Los bateadores están conectando más hits contra él, pero ese aumento ha sido más que compensado por una reducción en las bases por bolas permitidas. Sus ponches por cada nueve entradas han aumentado a un absurdo 16.4, que sería la tercera tasa más alta de todos los tiempos, y, en consecuencia, su tasa de ponches abanicados se ha elevado hasta convertirse en la mejor en las Grandes Ligas. Sin embargo, incluso con esos indicadores positivos, los cuadrangulares de Hader por cada nueve innings se han duplicado; sus 12 vuelcacercas permitidos son casi la mitad del total de su carrera.

El cuadrangular del viernes llegó en una bola rápida sobre el corazón del plato. Los bateadores casi han duplicado su tasa de cuadrangulares con la bola rápida en comparación con el 2018. El uso de la bola rápida de Hader ha saltado casi un 10% desde 2018 y ahora está entre los cinco primeros en su uso en las Grandes Ligas. Está lanzando un poco más rápido y parece que está haciendo un esfuerzo consciente para lanzarlo más arriba en la zona. El plan funciona cuando ejecuta el lanzamiento. Hay muchas abanicadas cuando la ubica en la zona de strike. Cuando falla y lanza bajo o deja uno sobre el plato, los bateadores han hecho algo de daño, aunque Baseball Savant identifica la mayoría de los cuadrangulares como en el medio o en la parte superior de la zona.

La selección de lanzamientos podría ser el problema. Hader lanza alrededor del 90% de bolas rápidas en su primer lanzamiento y ha concedido cuatro cuadrangulares con 0-0, después de haber permitido tres cuadrangulares en su primer lanzamiento el año pasado al lanzar la bola rápida con menos frecuencia. Los bateadores abanican más en el primer lanzamiento, tal vez calculando que abanicar una probable bola rápida es su mejor oportunidad de éxito. Pero también, los bateadores diestros han bateado ocho de esos cuadrangulares, siempre pueden adivinar bola rápida y tienen grandes probabilidades de conectarla. Los dos cuadrangulares conectados por zurdos con la bola rápida han llegado con cuentas de 0-0 y 1-0, el momento más probable en el que verán una bola rápida en su oportunidad contra Hader.

Hader podría tomar medidas para arreglar el problema, pero los bateadores todavía no parecen estar buscando nada más que una bola rápida. Ahora, esto es sólo un “negrito en el arroz” en una temporada tremendamente exitosa para Hader, pero resolver el acertijo es importante para poder mantener su dominio.—Andrew Salzman

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