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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos Pérez

Ramón Cabrera espera escuchar algo nuevo cada primavera. Es un receptor. Así funciona: los jugadores que deben prepararse para batear, trabajar con maquinaria pesada, y saber el plan de ataque de cada lanzador son los primeros en sentir los aires de cambio del juego.

Un jugador de 29 años que apareció en pequeñas etapas de Grandes Ligas con los Reds en 2015 y 2016 encontró una novedad esta temporada con los Long Island Ducks de la Liga del Atlántico. Como parte de un acuerdo muy debatido con MLB, el mejor circuito independiente está probando unas reglas experimentales que—lo habrás adivinado—han resultado convulsas para aquellos más ignorantes.

El cambio más debatido y el que más ha cambiado el juego en la Liga del Atlántico—la zona de strike automática y una prohibición de movimientos para eliminar al corredor, respectivamente—han quitado algo definitorio en la carrera de los receptores de ganar strikes, y le han dado un vigor al juego de carrera, como Rob Arthur apuntó aquí  la semana pasada, eso pide intervención detrás del plato. En otras palabras, ellos se enfrentan ahora a un nuevo conjunto de prioridades. Al menos en teoría.

Para todas las mentes con interés de MLB, los Ducks y compañía no pueden reprogramar sus cerebros para convertirse en mejores sujetos de pruebas de igual manera que no pueden reprogramar sus cerebros para pensar en “robar primera base” como una posibilidad de lanzamiento a lanzamiento. Ver un partido de la Liga del Atlántico este año es reconocer todas las maneras en las que las reglas afectan el juego, pero también las maneras en las que pueden o no pueden alterar cómo juegan los jugadores. Es notable que los receptores parezcan… receptores. Lo cual es un problema para este experimento.

Los jugadores saben, por ejemplo, que todo el trabajo dedicado a recibir y mascotear ya no afecta el juego al que están jugando.

“Gran diferencia”, me dijo Cabrera en julio, cuando la zona de srike de TrackMan empezó. “Antes estábamos trabajando en eso—lanzamientos bajos, altos, dentro y fuera. Ahora, no tienes que pensar tanto en eso. Solo atrapar la pelota, la zona de strike va a estar allí”.

Eso no significa que puedan desconectar. Quizá no querrían. Héctor Sánchez, otro receptor de los Ducks que ha visto acción en siete temporadas en grandes ligas, la última con los Padres en 2017, dijo que sigue haciendo el trabajo que hacía en su día, incluso con las nuevas reglas.

“En las grandes ligas, ahora todo el mundo presta atención al mascoteo y tratar de convertir bolas en strikes”.

Si las Grandes Ligas están esperando echar un vistazo a una versión del béisbol que existiría si estas reglas se aplicaran a los más grandes, más rápidos, más fuertes, y más habilidosos de las Mayores, entonces la Liga del Atlántico va a decepcionarle.

Sí, hay sitio en un área al final de tercera base donde los asientos costarían cientos de dólares en un estadio más famoso. Pero Long Island nunca está lejos de la pelota afiliada o incluso las Mayores. Las reglas experimentales han traído mejoras tecnológicas y atención a la liga, que tiene la rara consecuencia de disminuir los incentivos de cualquiera que quiera cambiar su juego con el propósito de ganar un juego para los Long Island Ducks.

Como Sánchez explicó, los equipos en los que todos los equipos quieren impresionar están recibiendo vídeo y datos de TrackMan. “Eso te ayuda mucho a buscar la oportunidad de volver”, dijo. “Eso es lo mejor [del asunto]”.

El deseo de seguir demostrando capacidades de estilo MLB, combinado con la inercia de jugar al béisbol de igual manera que el resto de nuestra vida, significa que la Liga del Atlántico no está jugando con el espíritu de las nuevas reglas, que de otro modo podrían haber forzado cambios gigantescos. Con bases más grandes instaladas y los movimientos para eliminar corredores avanzan hacia ser aceptados, los corredores están haciendo algo familiar, solo que más a menudo. Están corriendo más en el primer movimiento.

Nick Garland, otro receptor de los Ducks, cachó el juego de un abridor zurdo contra los New Britain Bees en el que la mayoría de corredores que llegaron a base intentaron un robo o si estaban corriendo cuando la pelota se ponía en juego. Después, incluso con la zona de strike automática, dijo que las reglas para eliminar corredores son las más destacadas.

“Si un bateador llega a primera está automáticamente en tercera, si puede correr decentemente”, dijo Garland.

Tan exasperante como pueda parece la manera en la que la que el juego ha girado hacia él, él no esperaba hacer grandes cambios en su enfoque. En las Mayores, donde ganar el juego en el campo es constantemente la prioridad número uno, ese no sería el caso. Si estas reglas fueron implementadas y un gran número del valor actual de receptores—cachar—se eliminasen, habría una carrera para entender el nuevo paradigma.

Si la importancia inmensa del mascoteo se dispersara y se reasignara en lanzar y prevenir corredores de avanzar, podría significar un reajuste de la posición del receptor tal y como la conocemos.

Por ejemplo: ¿se arrodillarían? ¿O preferirían estar en una postura casi como la de un jugador de cuadro que permitiera lanzamientos más fáciles? El lanzamiento podría ser un arte superior y quizás más común que un movimiento para eliminar corredores del lanzador. Y el cambio más grande sería el de personal. Nuevas habilidades dictarían el ascenso y el éxito de los receptores.

Intuitivamente, incluso si no lo dicen en voz alta, los receptores de la Liga del Atlántico entienden esto mejor que nadie, y si continúan sus rutinas es por guardarse de su propia obsolescencia. No juegan para ganar partidos para los Long Island Ducks o los New Britain Bees, pero en vez de impresionar a las gerencias enfocadas en ganar partidos donde los movimientos para eliminar corredores se permiten, las bases son de tamaño tradicional, y recibir lanzamientos enfrente de los umpires es crucial.

Estas notables e intrigantes reglas están creando un registro de una versión del deporte, claro. Los incondicionales en la eterna posición del líder del diamante indicarían que no es una versión que sea relevante para comprender cómo se verían esas reglas en el mundo optimizado y de alto riesgo de las Mayores.

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