
Traducido por Carlos Pérez
TRASFONDO DEL JUGADOR
Teniendo en cuenta lo valorado que estaba Meadows en el sistema de los Pirates desde que fue elegido con la novena selección del draft de 2013, le ha tomado tiempo alcanzar ese nivel. Se mostró bien en 2013 con un promedio de .316 y siete jonrones entre la pelota Rookie y Clase-A Baja, y entró en el Top 101 de prospectos de BP en 2014. Perdió bastante tiempo de juego en 2014, aunque todavía consiguió un alto promedio de bateo. En 2015 tuvo finalmente su primera temporada completa en las menores, y su promedio se mantuvo por tercer año consecutivo además de añadir 21 bases robadas.
Sin embargo, el poder que todos esperaban de él nunca llegó. Ese swing plano fue mencionado como un posible obstáculo en su desarrollo, y 2016 vio mucho del mismo problema: un buen promedio, algo de velocidad, y dobles dígitos en jonrones. Aun así, siguió subiendo en los ránkings de prospectos, alcanzando el sexto lugar en nuestra lista de 2017 (dado que era tres años menor que el promedio de la liga en ese tiempo, que el resto de sus habilidades eran sólidas, y que había estado lesionado). Sin embargo, las lesiones continuaron, y la campaña 2017 vio cómo registraba sus peores números como profesional, con solo un promedio de .261 y un porcentaje de slugging de .384.
En 2018 Meadows finalmente alcanzó las mayores, y a pesar de un buen papel con Pittsburgh, no le ofrecieron el tiempo de juego necesario. Se enfrió, y el club lo envió a los Rays en el paquete por Chris Archer. El cambio de escenario ayudó, y parece que Meadows resolvió el problema del poder con su nuevo equipo, porque bateó 10 jonrones en Triple-A para los Rays en un solo mes.
Para los rankings de 2019, Mike le clasificó 35º entre jardineros; era fácil apostar por él en los juegos de fantasía porque si no funcionaba o no veía tiempo de juego, simplemente podrías dejarlo pasar. Yo lo clasifiqué 41º entre jardineros en ránkings a tres años, debido a mis dudas sobre si podría ofrecer rendimiento inmediatamente. Tampoco estaba seguro sobre si el bombardeo de poder con los Durham Bulls se mantendría. Bret lo ubicó en el 48.5 para dinastías (en serio, 48.5… búsquenlo), así que está claro que el potencial estaba ahí, pero no había garantía de que Meadows lo alcanzaría. PECOTA no estaba enamorado de él, tampoco, ya que pronosticaba 16 jonrones y 15 robos con un promedio de bateo horrible.
QUÉ FUE BIEN EN 2019
La respuesta corta es: todo. Mejoró su número de barriles, su ratio de bateos con dureza, y su ángulo de lanzamiento. Bateó la mayoría de sus jonrones (24) a su lado natural. La mejoría en poder durante la segunda parte de la temporada tiene que ver con ese nuevo enfoque. En la primera parte su ratio hacia el lado natural fue de solo el 41%, y bateó 12 jonrones. En la segunda parte esa ratio subió al 50% y pegó 21 jonrones.
Meadows consiguió generar una subida de poder mientras no sacrificaba mucho en cuestión de contacto y ponches. También caminó con más frecuencia (del 5% en 2018 al 9% en 2019). Castigó sobre todo bolas rápidas, pero no tuvo problemas contra ningún tipo de lanzamiento. Súmele robos en dobles dígitos, y teníamos a un buen jugador de cinco categorías para ligas de fantasía roto. ¿Ese promedio sobre el que PECOTA y yo estábamos preocupados? Ese enfoque mejorado borró mis preocupaciones, y las habilidades y métricas apoyaron los resultados.
QUÉ FUE MAL EN 2019
Es difícil buscarle peros a Meadows esta temporada. Podría decir que menos líneas en la segunda temporada dieron lugar a un BABIP más bajo, y su promedio se mantuvo solo por los jonrones. O podría decir que corrió menos en la segunda temporada, así que no podemos garantizar que repetirá tantas bases robadas en el futuro mientras se convierte en un bate de mitad de la alineación. Su ratio de contacto bajó ligeramente, y su ratio de swings-strikes se alteró un poco, pero es algo razonable y no una preocupación para mí. Su velocidad de salida y su ratio de contacto duro fue bueno, pero no élite. Por tanto, si pierde la habilidad de golpear la pelota hacia el lado natural, sus jonrones podrían caer algo en el futuro.
Su apodo en el Fin de Semana de los Jugadores, Meads, no era muy creativo. Eso es todo lo que tengo.
QUÉ ESPERAR EN 2020
Siempre es difícil proyectar que un jugador revelación repita un año así, porque escuchamos a las posibilidades de regresión. Como dije, quizá no llegue a los 30 jonrones el año que viene, especialmente si cambian la pelota para que vuele menos, porque su ratio de contacto duro no fue tan bueno. Una vez más, su ratio de contacto duro en esos elevados hacia el lado natural es bastante, élite, al 60%.
Ha dado altibajos a la hora de mejorar su juego general, y el promedio de bateo ya no es un problema. Como suelo, estaría de acuerdo con un promedio de .275, por encima de 25 jonrones, y esperemos que 10 bases robadas (por no mencionar un buen número de carreras y RBIs). Fue un jardinero del top 15 y un bate general del top 40 en muchas ligas (por ejemplo, roto estándar de 15 equipos). Es lo suficientemente joven para quedarse en este nivel o incluso mejorar más. Dado que no cuesta tanto como algunos otros jugadores más famosos, sería un buen jardinero número 1 en ligas profundas, o una buena opción número 2 si tiene que alinear a cinco jardineros y quiere asegurar esa posición al principio.
MÁS ALLÁ
Esta temporada tenía 24 años, así que las ligas con keepers no deberían tener problema invirtiendo en él a largo plazo. Ha puesto las preocupaciones sobre él en el pasado, e incluso si no desarrolla más poder, estoy contento con su contribución en las cinco categorías. Hay un techo muy amplio con más espacio para ese techo.
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