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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gámez

El martes, los Nationals ganaron su primera “serie” de playoffs. Fue un partido de playoff contra los Milwaukee Brewers, pero los Nationals finalmente ganaron un juego de playoffs que los llevó a la siguiente ronda. La sequía ha sido un importante tema de conversación sobre un equipo que ha sido un contendiente de postemporada y un muy buen equipo, en general, por poco menos de una década. Gran parte de la historia proviene porque el equipo seleccionó a Stephen Strasburg, Bryce Harper, y Anthony Rendon en tres años consecutivos. Lo siguieron con Lucas Giolito, de quien algunos pensaron que era el mejor jugador de su cohorte (y cuya inminente cirugía Tommy John lo hizo caer hasta el puesto 16 en general donde estuvo al alcance de Washington). Parecía un equipo destinado a una era de oro. Podemos discutir por qué no lograron alcanzar las alturas que muchos esperaban para ellos, pero no fue por los prospectos.

Resulta que esos prospectos eran bastante buenos. Strasburg (46.2), Harper (28.1) y Rendon (25.8) tienen un WARP combinado de 100.1 en sus carreras con los Nationals. Claro que no se han convertido en JMV y Premios Cy Young perennes, pero han sido perennes contendientes para Equipos de Todos Estrellas y JMV y Cy Young. El contrato de Rendon ha finalizado y Strasburg puede ejercer una opción de marcharse durante esta temporada de descanso, ambos podrían estar de regreso o tomar la carretera como Harper. Existe la posibilidad de que esta participación en los playoffs sea la última para este núcleo, y al menos es absolutamente cierto que es la última para ellos en los años controlados por su equipo.

Gran parte de la historia del hundimiento gira en torno a ser malo y obtener altas selecciones en el draft. En su mayor parte, no funciona de esa manera en la vida real. Si solo estamos hablando de las primeras elecciones generales, Harper y Strasburg son los mejores desde Joe Mauer en 2001. Los Astros tienen un par de selecciones número uno en su equipo en Carlos Correa y Gerrit Cole, excepto que uno fue en realidad la elección de los Pirates. Los Astros eligieron primeros tres años seguidos y se quedaron con Correa, y, debido a una lesión inminente de Brady Aiken y a algunas complicadas situaciones del proceso de selección, con Alex Bregman como una selección general número dos. Los Braves no han elegido de primeros, pero tienen la decepción general número uno de otro equipo en Dansby Swanson. Más allá de una selección número uno, los Rays una vez tuvieron hasta 10 selecciones de primera ronda y se quedaron con Blake Snell. Blake Snell es muy bueno, pero eso no es exactamente un pelotero para quitarse el sombrero teniendo en cuenta esa cantidad de selecciones utilizadas.

El éxito de los Nationals es el ideal. Es lo que todo equipo espera que suceda cuando es malo. Es uno que rara vez ocurre, pero aún así construimos historias a su alrededor. Se han publicado muchos gráficos de muchas fuentes con diferentes desgloses de cómo se crearon los equipos de playoffs, y no hay una única manera de construir un equipo. Los Nationals tienen lo que queda de su núcleo, respaldado con la juventud y posiblemente el mejor lanzador del béisbol en las últimas temporadas. Los Astros tienen grandes jugadores locales, pero obtuvieron vía intercambio a sus dos ases con bola de fuego, entre tanto los Rays han desechado todo lo que alguna vez tuvo valor y se han convertido en un equipo poco convencional a través de intercambios astutos y desarrollo.

Para muchos de los equipos, el punto de anclaje es un jugador estrella, ya sea un nombre famoso o uno trabajando en la oscuridad de la tercera base en Oakland. El béisbol no es realmente una liga impulsada por las estrellas como lo es el baloncesto, y la búsqueda de Manny Machado y Bryce Harper en la temporada pasada fue un trabajo más pesado de lo que cabría esperar. Especialmente una vez que fue seguido por una avalancha interminable de comentarios destinados a advertir a los fanáticos de que nunca quieran buenos jugadores en su equipo si esos buenos jugadores cuestan dinero. Esta actitud podría seguir durante esta temporada de descanso, ya que los Red Sox han asomado que pudieran cambiar a Mookie Betts y los Cubs han dicho públicamente que, al menos, están abiertos a negociar a Javier Báez y Kris Bryant. Incluso parece que los propietarios de los Rockies han colocado una salida en el contrato de Arenado para que puedan evitar pagarle a un buen jugador mucho dinero en el futuro. Si Strasburg y Rendon se van, habrá muchos análisis posteriores sobre cómo deberían haberlos cambiado a ambos y a Harper por prospectos antes de que pudieran firmar con otro equipo (ignorando que los Nationals dieron por Patrick Corbin una cantidad considerable de lo que le habrían dado a Harper).

Constantemente estamos concentrados en aprender lo que es el béisbol, y éste sigue siendo un deporte individual y el éxito de un equipo se atribuye demasiado a los individuos. En muchos sentidos, el trío de los Nationals es un brillante ejemplo de decepción en el mundo del béisbol. Mientras miramos a la próxima generación de estrellas, ya sean nuevos jugadores de Grandes Ligas como los Tatís y los Guerrero Jr, o aquellos que aún están en las menores como Wander Franco y Jo Adell, es importante recordar que no todos van a ser una “estrella” de todos los tiempos, y rara vez alguien que no se llame Mike Trout es un excelente pelotero de todos los tiempos desde el primer día. A pesar de toda la frustración y el fracaso, y de lo fácil que es burlarse de eso, lo que les sucedió a los Nationals fue realmente sorprendente.

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