Traducido por Pepe Latorre
Antes de la bola “dopada”, los ganadores del mercado de traspasos y el escándalo de espionaje de los Astros había un tema sobre el que todo el mundo discutía: los equipos que perdían adrede. La temporada 2018 se presentó con varias divisiones en las que se preveía poca competición. 2019, incluso antes de empezar, parecía más de lo mismo. Un 20% de la liga no tenía opciones de playoffs al principio de la campaña. Otros se le unirían a lo largo del año. Con el 2019 terminado merece la pena echar un vistazo a los equipos que no tenían intención de competir y ver cómo les ha ido. Empezamos con los Miami Marlins.
En contexto
Balance del 2018: 63-98 (.391)
Balance del2019: 57-105 (.352)
DRA en 2019 (en el total de la NL): 5.01 (13º)
DRC+ en 2019 (en el total de la NL): 79 (15º)
En 2019 los Marlins ganaron seis partidos menos que en el año anterior. Puede que no parezca una gran diferencia, pero supone un bajón de casi el 10% dado que al equipo del sur de Florida le ha costado mucho ganar. No pueden confiar en el pitcheo ni en el bateo, pero han conseguido que su defensa rinda por encima de la media (según DRS). En su cuarta temporada en Miami, el mánager Don Mattingly ha sido un auténtico desastre desde el punto de vista de las victorias y derrotas. Afortunadamente eso es algo que no importaba demasiado en Miami en 2019. Su objetivo era perder y progresar.
Operaciones importantes
Octubre 2018: fichan a los prospectos cubanos Víctor Victor Mesa y Víctor Mesa, Jr.
Noviembre 2018: el infielder Derek Dietrich es designado para asignación. Adquieren al lanzador diestro Nick Anderson procedente de los Twins.
Diciembre 2018: firman a contratos de Ligas Menores al jardinero derecho Harold Ramírez y al tercera base Jon Berti.
Enero 2019: fichan al primera base Neil Walker.
Febrero 2019: fichan al jardinero Curtis Granderson y reclaman de waivers al lanzador diestro Austin Brice. A cambio del receptor J.T. Realmuto, los Phillies les dan al lanzador diestro Sixto Sánchez, al receptor Jorge Alfaro, al lanzador zurdo Will Stewart y dinero. Fichan al lanzador diestro Sergio Romo.
Julio 2019: a cambio de los lanzadores diestros Sergio Romo y Chris Vallimont y un jugador a determinar, los Twins les dan al primera base Lewin Díaz. A cambio de los lanzadores diestros Nick Anderson y Trevor Richards, los Rays les dan al jardinero derecho Jesús Sánchez y al lanzador diestro Ryne Stanek. A cambio del lanzador diestro Zac Gallen, los Diamonbacks les dan a Jazz Chisholm.
Noviembre 2019: el segunda base Starlin Castro decide volverse agente libre. El lanzador zurdo Wei-Yin Chen es designado para asignación y sale a la agencia libre.
No hay ninguna duda: los Marlins están reconstruyendo. Sus transacciones son la prueba más clara. Aparte de los movimientos más significativos que se citaron anteriormente los Marlins han adquirido a una serie de peloteros muy baratos con la esperanza de que suene la flauta con alguno. La mayoría han sido un fracaso, pero alguno ha funcionado.
Jon Berti tiene 29 años y solo contaba con cuatro partidos de experiencia en la MLB antes de unirse a los Marlins. Acabó disputando la mitad de la temporada y lució bien. La ofensiva del jardinero central Harold Ramírez estuvo por debajo de la media, pero aportó lo suficiente como para unirse a Berti como una pieza importante. Ambos fueron firmas de Ligas Menores que acabaron tapando huecos. No se espera demasiado de ellos a largo plazo pero se les puede ver como una victoria organizativa de Miami.
Pero las noticias más esperanzadoras, sin embargo, son el grupo de peloteros jóvenes e interesantes que han conseguido. Novatos como Sixto Sánchez, Jesús Sánchez y Jazz Chisholm aportan valor a la organización. Lo mismo que grandes-ligas como Austin Brice, Jorge Alfaro y Ryne Stanek.
El club ya ha ahorrado $26 millones en salarios en lo que llevamos de la temporada baja. Lo ha conseguido gracias a la retirada de Martín Prado y a la salida de Starlin Castro. Se han comido $22 millones por prescindir de Wei-Yin Chen, una decisión necesaria para hacer hueco para Humberto Mejía en el roster de 40. El arbitraje solo producirá aumentos mínimos y parece que se darán muchas oportunidades a los jugadores jóvenes. Será necesario que entrenadores y desarrolladores de jugadores lo den todo para sacar el máximo rendimiento de Isan Díaz, Lewis Brinson, Alfaro y los distintos novatos que llegaron la temporada pasada.
En la granja
El caché del sistema de granjas de Miami aumentó durante el pasado período de traspasos con las incorporaciones de Sixto Sánchez, Jesús Sánchez, Chisholm y Díaz. El último está haciéndose notar en la Liga Dominicana. Desafortunadamente Víctor Víctor Mesa (novato número uno de la organización hace un año) ha decepcionado a los especialistas. Mientras que Monte Harrison se ha perdido muchos juegos por lesiones y solo le ha ido bien con el equipo de Triple A de Nueva Orleans. En cambio, Braxton Garret ha vuelto bien de la Tommy John y Jordan Yamamoto fue productivo en su debut en las Mayores el año pasado. Así se compensan un poco las cosas.
En Junio utilizaron la cuarta selección del draft para hacerse con JJ Bleday, una estrella de Vanderbilt. Tomaron una decisión agresiva y mandaron al jardinero al equipo de A+ en Jupiter, Florida, donde ha rendido bien. En la posición 35ª seleccionaron a otro jardinero, Kameron Misher de Missouri, que también está cumpliendo bien en A-. Miami pagó más de lo esperado para hacerse con el campocorto Nasim Nunez, un auténtico talento defensivo al que se le prevé mucho poder. Volvieron a sobre pagar de nuevo en la quinta ronda para hacerse con un lanzador diestro con mucho comando y control: Evan Fitterer. Hay una muy buena camada de novatos, pero su éxito o fracaso depende mucho de lo que Bleday sea capaz de hacer.
¿Está funcionando?
Los Marlins aún están lejos de competir. Tienen un gran sistema de granjas, pero están muy por detrás del nivel que poseen Padres y Rays. Además, conviene recordar que últimamente no han tenido demasiado éxito a la hora de convertir a sus mejores novatos en estrellas de las Grandes Ligas. Muchos de ellos llegarán a la Gran Carpa en 2020, la organización podría esperar que uno o dos se establecieran. Es cierto que el desarrollo de los jugadores es lento y que las Mayores son muy distintas a Triple A. Pero los Marlins han soltado a sus jugadores más valiosos y necesitan empezar a ver algo ilusionante en los jóvenes.
Aún es difícil decir si la estrategia de perder a propósito de los Marlins ha merecido la pena. Hay motivos para ser optimista, pero de momento ninguna de las incorporaciones ha cambiado el rostro de la franquicia de una manera sustancial. Tienen un buen número de novatos a los que se les proyecta como peloteros con recorrido en las Mayores, pero solo alguno, y quizás ni siquiera, tiene pinta de All-Star. En cualquier caso, si son capaces de crear un núcleo con jugadores criados en la organización dispondrán del espacio salarial necesario para mejorar la plantilla. Algunos agentes libres y jugadores disponibles con los que se les había relacionado ya no están en el mercado. Otros no quieren ir a los Marlins por ser un equipo en plena reconstrucción. Volverán a gastar poco con la esperanza de que su ventana para invertir en serio se abra en un futuro cercano.
Thank you for reading
This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.
Subscribe now