Traducido por Carlos Pérez
En esta época del año abundan los artículos estilo “Revisión del Año”. Hablan de las principales historias del 2019 en política, negocios, entretenimiento, deportes, y todo eso. Por un lado, son interesantes. Nos recuerdan qué sucedió el año pasado. Recordaremos eventos que quizá hayamos olvidado (u olvidado que han ocurrido este año). Ponen cosas en perspectiva desde el punto de vista del final de año comparado al momento en el que ocurrieron.
Por otro lado, es periodismo perezoso, en parte. No tienes que hacer trabajo original o buscar una nueva historia para escribir un artículo de Revisión del Año. Solo tiene que hacer una investigación en el trabajo previo. Se pueden sacar un par de artículos sin hacer nada nuevo.
Bienvenidos a mi versión de periodismo perezoso. Voy a revisar algo de lo que escribí en 2019. Voy a mirar algunos de los temas y tendencias sobre las que escribí durante la temporada y veré que tan bien aguantaron hasta el final de temporada. Creo que es un ejercicio valioso. (Y, con una inclinación hacia el periodismo perezoso, seré capaz de sacar más de un artículo de esto).
Empezaré rompiendo mis propias reglas. Voy a mirar un artículo de 2018, no 2019.
2 de abril de 2018, “La importancia de abril.”
Cada año intento escribir algo para desmitificar el enfoque que se le da al mes inaugural de la temporada. Solo es un mes de una temporada de seis meses, y es un mes en el que el calendario es ligero y los resultados están menos correlacionados con el resto de la temporada que cualquier otro mes. En 2018, descubrí que de los equipos que ganan al menos el 60% de los partidos de abril, un cuarto tiene un récord perdedor durante el resto de la temporada. De los equipos que pierden al menos el 60% de los partidos de abril, un cuarto tiene un récord ganador durante el resto de la temporada. ¿Funcionó esto en 2019?
Cinco equipos ganaron al menos el 60% de los partidos de abril. RdA = Resto del Año
Equipo | G-P Abril |
% Abril |
G-P RdA | %RdA |
Rays | 19-9 | .679 | 77-57 | .575 |
Cardinals | 19-10 | .655 | 72-61 | .541 |
Twins | 17-10 | .630 | 84-51 | .622 |
Dodgers | 20-12 | .625 | 86-44 | .662 |
Astros | 18-12 | .600 | 89-43 | .674 |
Bueno, eso no fue tal como se predijo. Esos cinco tuvieron récords ganadores durante el resto de la temporada, y dos equipos estuvieron mejor después de su abril caliente.
(Como aparte, ¿podemos apreciar qué tan rara fue la temporada de los Cardinals? Empezaron 20-10, un récord de .667, finalizó 33-16, .673. En medio, estuvieron 38-45, .458, básicamente los Reds de 2019).
Cuatro equipos perdieron al menos 60% de sus partidos de abril.
Equipo | G-P Abril |
% Abril |
G-P RdA |
%RdA |
Marlins | 8-21 | .276 | 49-84 | .368 |
Royals | 9-20 | .310 | 50-83 | .376 |
Orioles | 10-20 | .333 | 44-88 | .333 |
Giants | 12-18 | .400 | 65-67 | .492 |
Al menos los Giants se acercaron. También los A’s: 14-18 en abril, el cuarto mejor récord en todo el béisbol después.
La regla se rompió. Ninguno de los equipos extremos revertió su destino. Creo que la consistencia aquí (los equipos buenos de abril siguieron siendo buenos, los equipos malos en abril siguieron siendo malos) habla más de la desigualdad de los equipos, particularmente en la Liga Americana, que cualquier otra cosa.
9 de abril, “¿Significa “codena” el inicio lento de los Cubs y Red Sox?”
Volvemos a 2019. Esta es una de las historias de las que casi me olvido. En Boston y el norte de Chicago sacaron los dientes después de que los Red Sox y los Cubs empezaron el año 2-8 y 1-6, respectivamente. Por un lado, ¿a quién le importa? Son solo 10 y siete partidos, respectivamente. Es una proporción pequeña de la temporada.
Por otro lado, estamos hablando de los campeones mundiales de 2018 y 2016, equipos a priori candidatos a ganar. En la mañana del 6 de abril, los Cubs del 1-6 empataron con los Reds para ser últimos en la LN Central, 5.5 juegos por detrás de los Brewers. Un día después, los Red Sox de 2-8 estaban últimos en la LA Este, 4.5 juegos por detrás de los Rays. Sean muestras pequeñas o no, eso no es lo que la gente estaba esperando.
Mi investigación encontró solo cinco equipos -los Athletics de 1911, los Braves de 1914, los Tigers de 1935, los Yankees de 1977, y los Twins de 1991- que comenzaron una temporada tan pobre como los Cubs y los Red Sox de este año y ganaron la Serie Mundial. En la era de los 30 equipos (que empezó en 1988), solo 14 equipos con récords ganadores la temporada pasada empezaron con 2-8 o peor, como hicieron los Red Sox. Solo cinco de ellos tuvieron un récord ganador después de su inicio lento. De igual modo, solo 11 equipos con un récord por encima de .500 comenzaron el año 1-6 o peor, como hicieron los Cubs. De esos, cinco terminaron con un récord ganador.
Usted ya sabe cómo terminó. Ambos tuvieron récords ganadores. Ambos, sin embargo, vieron la postemporada en casa. En la era de los 30 equipos, solo cinco equipos que estuvieron por encima de .500 el año pasado empezaron una temporada con 2-8 o 1-6 y se clasificaron a los playoffs. Todos perdieron la Serie Divisional. Los Red Sox y los Cubs ni siquiera tuvieron una oportunidad.
25 de abril, “Bullpens en primer plano”
Antes de iniciar esta temporada, solo cinco equipos habían tenido más strikeouts de sus lanzadores relevistas que sus abridores: los Rockies de 2012, los Twins de 2013, los Rays de 2018, los A’s de 2018, y los Padres de 2018. Esto, parecía, era una tendencia inevitable. Los relevistas lanzan más y más entradas. Eso les da una oportunidad de sacar ponches relativa a los abridores.
A comienzos de 2019, los A’s, Orioles y Angels habían sacado más ponches de relevistas que los abridores. Los Braves, Red Sox, y Rays estaban cerca.
Y entonces la cosa cogió velocidad. Como se ha dicho, en toda la historia del béisbol, cinco equipos tenían más ponches de relevos que abridores hasta 2018. En 2019, eclipsamos esa marca en una sola temporada. Los Blue Jays (737-595), Angels (764-640), Mariners (666-573), Rays (825-796), Brewers (761-736), y Orioles (625-623) sacaron más ponches desde el bullpen que desde la rotación.
La razón principal, por supuesto, es que los relevos están copando una porción cada vez más grande de entradas. Entre 1998 y 2014, los abridores lanzaron unas dos entradas por cada entrada lanzada por relevos, temporada tras temporada. Desde entonces, la proporción bajó a 1.86 en 2015, 1.72 en 2016, 1.63 en 2017, 1.50 en 2018, y 1.38 en 2019. Eso resultó en una convergencia de ponches también.
En mi próximo artículo, miraré, entre otras cosas, el rendimiento de los relevos relativo al de los abridores. A pesar de la diferencia de entradas -que muestra el contraste entre las dos líneas de arriba- el hecho de que los relevos lancen más entradas significa que van a tener más responsabilidad de lo que sucede. Incluyendo ponches.
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