
Traducido por José M. Hernández Lagunes
Los Washington Nationals fichan al IF Asdrúbal Cabrera por un año y $2.5 millones de dólares, al IF Starlin Castro por dos años y $12 millones, y al 1B Eric Thames por un año y $4 millones.
Desde que Anthony Rendon fue a Disneylandia, los rumores han estado circulando sobre el próximo fichaje del equipo. Josh Donaldson ha sido mencionado desde hace tiempo como sustituto de Rendón, e incluso se ha informado de que los Nationals tienen una oferta de cuatro años sobre la mesa para el jugador de 34 años. Se dice que el pelotero busca una garantía de $110 millones de dólares, y mientras que la oferta de Washington supuestamente alcanzó los tres dígitos en millones, la presunta inclusión de dinero diferido probablemente los puso en línea con las ofertas de Atlanta y Minnesota (esta última se ha filtrado que ofrece una garantía de $80-85 millones). En cualquier caso, el ahora abarrotado grupo del infield sugiere que los actuales campeones han abandonado la idea de asegurar un sustituto razonable en la esquina caliente. Tal y como está, el infield parece débil, si se tiene un piso alto—Trea Turner se mantendrá en el campo corto, mientras que Cabrera, Kendrick, Castro y Thames—además de Carter Kieboom—se mueven por las otras tres posiciones del infield.
¿Este equipo, tal y como está construido actualmente, será una amenaza para repetir como campeón de la Serie Mundial? En una palabra, no. La alineación que se llevó el campeonato ya tenía una sensación de estrellas-y-suplentes, y su estrella más preeminente ha partido hacia pastos (autopistas) más congestionados. La alineación del Día de Apertura de los Nationals, a menos que haya cambios, probablemente incluirá a Adam Eaton en segundo puesto y a Howie Kendrick en cuarto. Es probable que Ryan Zimmerman regrese en algún momento, pero en este momento se adapta mejor a la mitad inferior de la alineación. En general, no es lo ideal, pero hay algunos aspectos positivos.
Thames no debería tener que ver a muchos lanzadores zurdos como un beneficio de este infield profundo (y el puesto extra de la plantilla que lo permite), lo que le permite unas 400 apariciones al plato en terreno ventajoso. A pesar de un cierto rebote en 2019, el otrora expatriado ha demostrado tener limitaciones, sembrando dudas tras su estelar actuación con el bate en 2017. Si Zimmerman vuelve a ser fichado, es justo preguntarse cómo es que la jerarquía se acomoda en la esquina fría. Thames tiene un 111 DRC+ desde su regreso a los Estados Unidos en 2017, pero también es un pobre defensa con limitaciones de posición. Mientras que ha jugado 490 y ⅔ en el campo en el mismo lapso, Thames está mejor detenido (excepto en emergencias) a primera base, donde Zimmerman también estaría encadenado en caso de ser retenido, e incluso Kendrick es el más adecuado. Ninguno de los dos últimos debería sobrepasar las 400 apariciones al plato, y a pesar de su edad, la versatilidad de Kendrick es una ventaja, así que aún en un pelotón, Thames debería tener pocos problemas para clavar unas 350 apariciones al plato jugando primera base, además de bateo emergente y algo de trabajo en los jardines (el actual quinto jardinero del equipo detrás de Eaton, Juan Soto, Víctor Robles y Michael Taylor es Andrew Stevensen).
Si parece que estoy tomando un inminente retorno de Zimmerman como algo dado, bueno, no es más de lo que fue asumido por la mayoría de los medios de comunicación después de la Serie Mundial. La adición de Thames podría sugerir que los Nationals se dirigen a una dirección diferente, pero no se ha anunciado ningún retiro y es casi imposible imaginar a Zim en otros colores. Incluso con Thames, traer de vuelta tanto a Zimmerman como a Kendrick casi aseguraría un descanso adecuado para el par de veteranos. Como trío, el grupo sólo tuvo 1,019 apariciones al plato la temporada pasada, así que no es una agrupación incomprensible. En cualquier caso, Kendrick no debería tener problemas en conseguir un descanso adecuado, posicionándolo lo mejor que pueda Washington para continuar con su renacimiento de final de su carrera. ¿Preferiría un equipo tener Thames o a Kendrick (115 DRC+ las últimas tres temporadas)? No está claro, ¡pero ahora los Nationals no tienen que decidir!
En el resto del infield, los Nationals esperan que otro veterano pueda mantener su ritmo trepidante de finales de la temporada. Si Cabrera puede hacerlo en cualquier lugar, D.C. aparece como el lugar. Desde hace mucho tiempo, es un jugador mediocre: un bate promedio (102 DRC+) y una baja valoración defensiva lo han situado, durante sus 13 años de carrera, justo en el umbral de las dos victorias por año, lo que lo convierte en una baza limitada. Ninguno, incluyendo el equipo de Washington que ya lo contrató en 2014, esperaba que Cabrera produjera como lo hizo en su regreso a la capital. En la muestra pequeña (146 apariciones al plato), el bateador ambidextro puso DRC+ (137) y OPS (.969) mucho más allá de sus máximos anteriores para ayudar a los Nationals a llegar a la postemporada. Una vez allí, su producción fue tibia, con 10 ponches en 30 oportunidades y 517 de OPS. Aún así, la suma fue suficiente para que Washington le recontratase, permitiendo que el veterano, quien ha aparecido con seis uniformes desde 2014, se estableciera. A los 34 años, Cabrera será uno de los varios que impulsarán lo que en 2019 era el séptimo equipo más antiguo por edad de bateo aún más alto.
A los 30 años en el primero de sus dos años con Washington, Castro será simplemente de edad promedio, en lugar del gran veterano que era en Miami. Al final de una década de claroscuros que lo llevó de un fenómeno emergente a un recuerdo vomitivo (lo cual puede parecer poco amable, pero apostaría a que pocos recordarán que Castro fue del Bronx a Miami como la segunda pieza del intercambio de Giancarlo Stanton), es probable que sea la consistencia en la presencia más que cualquier otra cosa lo que hizo que el gerente general Mike Rizzo ofreciera al segunda base un segundo año. Desde su debut en 2010, Castro ha promediado 147 partidos y 617 apariciones al plato, un claro contraste con los cañones de cristal dispuestos alrededor del resto del infield en Nationals Park. El 95 DRC+ de la carrera de Castro son más preocupantes dado que sus índices defensivos han caído en picada en las últimas temporadas, arrastrándolo hacia el nivel de remplazo. Veintidós cuadrangulares en Miami serían más alentadores si el total no se acercara al de sus bases por bolas (28).
Los movimientos ponen un poco de suelo en un infield que podría ser desastroso si las cosas se van mal, pero el segundo año y tercera base que se le está dando a Castro sugiere que los Nationals están terminando su temporada de invierno, aunque profesan su inclusión en el sorteo por Donaldson. Todavía no se ha abierto una caja de botín en forma de Kieboom, pero a pesar de los recientes ejemplos que muestran lo contrario, los equipos no pueden contar con que los novatos se desempeñen bien inmediatamente (como lo demuestran tanto el abortivo periodo de 11 partidos de Kieboom como la campaña de novato de Vladimir Guerrero Jr.) Si este es el infield que los campeones mundiales usarán para montar su defensa, sus aficionados deberían preocuparse. Incluso con una plantilla más estable, un equipo que ganó con estrellas y suplentes está regresando al segundo grupo, sin su estrella del diario más potente o un equivalente.—Ginny Searle
Impacto en equipos de fantasía
¿Recuerdas a Matt Adams? En un intento por incluir en la lista a todos los jugadores libres, los Nationals se llevaron al sustituto de Adams en Thames, un bateador zurdo quien bateó .254/.348/.529 contra los diestros. Me atrevería a adivinar que será desplegado de una manera muy parecida, como un bate de pelotón o como zurdo que salga del banquillo. También me imagino que su producción de fantasía será muy parecida a la de su línea en 2019, pegando de 25 a 30 cuadrangulares y bateando ligeramente por debajo de .250. Su naturaleza de jugador de medio tiempo probablemente lo mantendrá alejado de la mayoría de las listas de las ligas mixtas, pero será eminentemente útil en formatos más profundos o exclusivos.—Mark Barry
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