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Image credit: Brett Davis - USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Mike Moustakas, Cincinnati Reds

Había pocos lugares mejores que Cincinnati para Moustakas y su bat de poder zurdo. El toletero de 31 años ha demostrado conectar constantemente por arriba del promedio durante la última media década, y encajará bien en el corazón de la alineación de los Reds. El Great American Ball Park ha sido siempre estelar en cuanto a bateo de poder para zurdos, por lo que el alto nivel de Moustakas en elevados y jalar la pelota son el complemento ideal para su nuevo hogar.

El nuevo Red también mostró una mejora en la disciplina al plato, lo que le permitió alcanzar el nivel más alto en bases por bolas de su carrera, y conectó 35 cuadrangulares a pesar de jugar con su dedo anular fracturado, el cual sufrió a las pocas semanas de comenzar la temporada. Tiene potencial de 40 jonrones fácilmente en una temporada completa de juego a un costo de reclutamiento fuera de los 100 primeros. Moustakas no es la elección más llamativa del mundo, pero tiene un historial muy bien establecido y el entorno ideal para emplear sus destrezas.—Darius Austin

José Altuve, Houston Astros

No se puede discutir el futuro a corto plazo de Altuve sin tratar con el elefante en la habitación, o en este caso con el bote de basura gigante allá en la esquina. Ya es bastante difícil analizar los cambios de un año a otro, incluso sin el fantasma de tramposo que se cierne sobre un jugador.

Mi conjetura educada es que la versión tremendamente exitosa de Altuve que vimos entre 2016 y 2017 fue producto de su injusta ventaja en Houston. Aunque si este fuera el caso, es más que un poco extraño que Altuve haya bateado .378 de visitante comparado con .305 en casa durante ese lapso. Sin embargo, estoy dispuesto a aceptar la premisa razonable de que su DRC+ es más probable que esté en el rango del 120-125 en el 2020 que en el de 140-150. Si este es el caso, ¿por qué querría a alguien en mi equipo que no es el bateador de élite que una vez lo fue?

Ya hubo una oportunidad de compra con Altuve, gracias a los efectos persistentes de su lesión en la pierna en 2018 que escondió lo bueno que fue durante la segunda mitad. A partir del 19 de junio, Altuve bateo .320/.363/.581 con 22 cuadrangulares en 384 apariciones. Sin embargo, la mayor parte de la atención de Altuve—incluso antes de la investigación de la Liga—se centró en sus cifras generales y en la disminución de sus bases robadas. Habrá un grupo de dueños de equipos de fantasía que se negarán a reclutar a Altuve o lo descartarán debido al escándalo. Yo todavía lo compro como un bateador de élite que valdrá la pena el precio de segunda ronda… y mucho más en los drafts donde se cae por debajo de esa ronda.—Mike Gianella

Jonathan Schoop, Detroit Tigers

Es la selección veterana sin mucho jolgorio, como lo fue Asdrúbal Cabrera en el pasado. Nadie desafiará a Shoop por tiempo de juego en Detroit, por lo que las carreras y las carreras impulsadas deben ser tolerables. Ese tiempo de juego completo también significa que también deberá ser capaz de conectar alrededor de 25 cuadrangulares, con tal vez unos pocos más si logra acercarse a las 600 oportunidades al bat. Su promedio de bateo en el 2017 y 2018 fueron valores atípicos, y por lo demás ha sido perfectamente average con su promedio de bateo durante la mayor parte de su carrera. Schoop es un objetivo para ligas más profundas y los formatos de sólo Liga Americana, dado el número de opciones viables que aparecen en la segunda base en nuestros listados, pero siento que se le va a pasar por alto en el día del draft. Tiene valor, aunque poco sexy.—Kevin Jebens

Starlin Castro, Washington Nationals

Es difícil de creer, pero Castro sólo tiene 29 años. Durante la segunda mitad de la campaña de 2019, bateó .302/.334/.558 con 16 cuadrangulares y números periféricos que rondaban las normas de su carrera. Esos números de la segunda mitad son significativos, ya que mostraron que su batallar temprano en 2019 no era evidencia de un declive permanente en su capacidad, como se temía. Su primera mitad se destaca ahora dramáticamente de las cifras de su carrera como una anomalía. También lo hace su segunda mitad, por supuesto, pero tampoco nadie está proyectando eso para traducirlo a 2020. En cambio, su línea de estadísticas de toda la temporada encaja bastante bien en el arco de su carrera. Esa línea de estadísticas de temporada completa puso a Castro entre los 20 mejores segunda base de fantasía en 2019.

Castro está siendo drafteado como el 28º mejor segunda base, a pesar de haber firmado con los ganadores de la Serie Mundial, Washington. Jugar con los Nats debería mejorar sus estadísticas y darle un estadio mucho mejor en el que jugar la mitad de sus partidos. Castro admitió que podría tener algunas preocupaciones sobre el tiempo de juego con Carter Kieboom esperando su oportunidad en la banca, pero el veterano firmó un contrato de dos años y puede jugar en varias posiciones en el cuadro. Parece improbable que los Nationals hayan ofrecido una garantía de $12 millones de dólares para que Castro desempeñe un papel utilitario con tiempo parcial, ya que firmaron un contrato de $2.5 millones con Asdrúbal Cabrera para hacer exactamente eso. Deberá obtener más de 500 apariciones al plato, salvo que se lesionara. Una selección aburrida, por supuesto, pero Castro deberá superar su precio en el draft 2020. Es un jugador ideal para jugar en el medio o en la esquina caliente en ligas más profundas.—J.P. Breen

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