Traducido por Pepe Latorre
El pasado 13 de agosto, tras el segundo juego de un doubleheader ante los White Sox, los Astros incorporaron a Cy Sneed al roster para fortalecer la nómina de lanzadores. La bola “dopada” que se utilizaba en Triple A había disparado el número de cuadrangulares, pero Sneed promediaba una buena tasa de home runs, boletos y ponches con los Round Rock Express. Ocupó el puesto de Joe Biagini, que después de lanzar tres entradas en el segundo juego ante los White Sox, quedaba imposibilitado para subir a la lomita en el partido del día siguiente a las 1:10 PM.
No había billetes para un vuelo nocturno entre Albuquerque y Chicago, así que a los Astros no les quedó más remedio que hacer que Sneed viajara a primera hora de la mañana. Llegó al Guaranteed Rate Field de los White Sox 45 minutos antes de que empezara el partido, no lanzó y en poco tiempo se tuvo que preparar para su siguiente viaje: el vuelo chárter que llevaría a los Astros a la Bahía para una serie contra unos A’s que ocupaban la segunda posición. Después de dos partidos en Oakland Sneed fue mandado de vuelta a las Menores para hacer hueco para Rogelio Armenteros, que abrió el juego vespertino del 17 de agosto.
Poco después de que el movimiento se hiciera oficial los Astros le pidieron a Sneed que no se fuera. Una serie de mareos severos mandaron al utility Aledmys Díaz a la lista de lesionado el 18 de agosto. Esto permitió a Sneed conservar su puesto en el roster de la MLB. Se reincorporó al equipo el domingo y voló de vuelta a Houston tras el partido. No por mucho tiempo… El lunes fue mandado de vuelta a las Menores (sustituido por el infielder Jack Mayfield). Viajó a Memphis para unirse a los Express en un duelo ante los Redbirds.
Pero la locura de viajes a la que estaba siendo sometido Sneed aún no había terminado. El miércoles 21 de agosto fue reclamado nuevamente por los Astros. Necesitaban a alguien para cubrir a Aaron Sanchez, de baja por dolores en el pecho.
“Bromeé bastante con los demás. Se estaba acercando el Player’s Weekend y no tenía mote para poner en mi camiseta”, comentó Sneed en una entrevista telefónica a final de temporada. “Quizás podría escoger Viajero Frecuente”.
No llegó a disputar el Player’s Weekend, fue mandado a las Menores antes de que se jugara para ser llamado de vuelta tres días después, el 28 de agosto. Con este movimiento llegó a su fin la odisea de Sneed, los Astros lo dejaron en el roster de 40 tras la ampliación que se permite en septiembre. En total, el lanzador cambió de nivel un total de siete veces entre el 14 y el 28 de agosto. Y todo para lanzar dos tercios de un inning en el que consiguió dos outs antes de permitir un sencillo ganador que dió el triunfo a los A’s en un juego que se había ido a la 13ª entrada.
Sneed ya había sido mandado a las Menores antes, a primeros de agosto, así que en en total tuvo cuatro promociones y cuatro degradaciones en un solo mes. En las últimas 11 temporadas solo ha habido otro jugador que haya cambiado de roster hasta en ocho ocasiones en un solo mes: el lanzador Brock Stewart durante mayo del 2018, un mes en el que los Dodgers se empeñaron en que no parara de viajar.
Sneed tuvo un viaje más en su haber, en julio también fue reclamado brevemente por los Astros. Esto le convierte en uno de las casi tres docenas de peloteros que han sido promocionados o degradados al menos 10 veces en un año. El récord lo tiene Casey Sadler. Durante 2019, estando con Rays y Dodgers, hizo un total de 18 viajes entre los distintos niveles del béisbol. El segundo es Austin Pruitt, pitcher de los Rays: 17 subidas y bajadas durante la temporada regular.
Estas estadísticas no son una gran sorpresa. El marzo pasado descubrí que el movimiento de lanzadores entre las Mayores y las Menores se ha disparado en la última década. Para identificar los totales de promoción y degradación en toda la liga en 2019 recopilé información sobre el jugador, la posición, el equipo y el momento de cada movimiento en los registros de la MLB. Este método mostró que la degradación de un lanzador y su reincorporación al roster volvieron a aumentar la temporada pasada. En este gráfico la línea azul muestra el número de bateadores degradados y reincorporados nuevamente por temporada. La línea roja son los lanzadores.
Durante la temporada regular de 2019 el número total de promociones y degradaciones de lanzadores llegó a 1.701, un récord en los registros de transacciones de la MLB. Si comparamos con 2018, vemos que hubo un aumento de 206 movimientos, que es el mayor salto anual en los datos. Anteriormente la liga promediaba anualmente un aumento de 87 movimientos de lanzadores, con un máximo de +159 de 2011 a 2012. Los datos de la temporada pasada suponen un incremento del 154 por ciento desde el comienzo de la década.
Es evidente que los equipos continuaron aprovechándose de los protocolos de asignación opcionales en 2019. La regla requiere que los jugadores permanezcan en sus equipos de las menores 10 días después de ser degradados, pero no es obligatorio; se puede volver a llamar a uno de esos peloteros para sustituir a un jugador que haya ido a la lista de lesionados o que haya causado baja por muerte de un familiar, paternidad o por haber acabado en la lista de restringidos. Es por esto que los Astros pudieron volver a incorporar a Sneed al equipo cada vez que lo necesitaron.
Las excepciones permiten a los equipos MLB repoblar continuamente su staff de lanzadores con brazos frescos. A nivel del sistema de granjas las gerencias se enfocan más en el desarrollo de jugadores que en las victorias, esto puede ayudar a limitar mucho todos aquellos aspectos que castigan en demasía a los lanzadores en las ligas Menores. Y una vez que la estancia mínima en la lista de lesionados se redujo de 15 a 10 días antes de la temporada 2017, los equipos tuvieron menos trabas para deshacerse de aquellos pitchers que no estaban rindiendo a buen nivel.
A medida que los bullpens se han convertido en una unidad cada vez más utilizada su gestión ha pasado a ser una parte fundamental de la composición del roster. Esta estrategia basada en promociones y degradaciones puede afectar mucho al desarrollo de algunos lanzadores.
“Es difícil tomarse el tiempo para entrenar, tener un horario de lanzamiento y cosas así”, dijo Sneed. “Eso es solo un ajuste que tienes que hacer sobre la marcha. Significa que tienes que tomarlo día a día “.
“Dormí muy bien en algunas de esas noches, pero no en otras”, agregó. “Es realmente desafiante, pero tiene que funcionar”.
Los jugadores de posición no están sometidos a tantos retos. Aunque los movimientos de bateadores han aumentado considerablemente en la última década, el gráfico anterior nos muestra que ha sucedido de una manera gradual. La dicotomía entre lo que sucede con lanzadores y bates se encuentra en la necesidad de descanso. Es raro ver a un relevista lanzar en más de dos días consecutivos antes de tener uno de descanso. Lo jugadores de posición juegan todos los días. Solo de vez en cuando tiene un partido de descanso.
Las promociones y degradaciones de jugadores de posición parecen haberse estancado en los dos últimos años. Esto se debe a que no existe una necesidad tan grande de reforzar el roster. La degradación de bateadores y su posterior reincorporación totalizaron 745 en 2019, una disminución del 4.9 por ciento con respecto a la temporada anterior. Durante ese período de tiempo el número de movimientos de lanzadores aumentaron un 13.8 por ciento.
La proliferación de lanzadores designados para asignación puede disminuir algo la próxima temporada. La estancia mínima en la lista de lesionados y los períodos de asignación opcional para lanzadores se ampliarán a 15 días en 2020, lo que hará que los equipos sean más reacios a deshacerse de jugadores. Además, los rosters tendrán un límite de lanzadores, evitando que los equipos rellenen los bullpen cortando a jugadores de posición. Con menos fluidez a la hora de componer rosters los gerentes deberán confiar en un grupo de relevistas más estático.
Las excepciones de la lista de inactivos y los incentivos para la rotación permanecen intactos, por lo que los lanzadores que no estén asentados en el roster de 26 aún pueden esperar un cambio de niveles en 2020. A pesar de que este estilo de vida nómada es agotador viene con un mínimo de ventajas.
“Fue una paliza. De aquí para allá,” dijo Sneed. “Pero cada vez que subes es bueno. Prefiero subir y bajar que ser el tipo que está en Triple-A todo el año. Esto es mucho mejor “.
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