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Traducido por Martín Alonso
En 2019, Luis Castillo se convirtió en el robusto co-as de la rotación de los Reds. En 191 entradas, el joven diestro tuvo un ERA de 3.40, un DRA de 3.02, un cFIP de 82 y genero 5.7 WARP. Esta línea enmascara dos mitades muy distintas: una primera mitad todopoderosa, y una buena (pero no genial) secuela, generando recuerdos de la previa temporada y media en las mayores. El sábado, en un inestable arranque contra los Padres, fue posible ver cómo le fue en esa segunda mitad, junto con los ajustes que podría hacer Castillo en el 2020 para llegar a otro nivel.
La temporada pasada vimos como Castillo lentamente progresó a dominar a bateadores diestros de forma más consistente y sostenible. Aprendió que su cambio es bueno, puede confiar en él, incluso contra diestros. La deslumbrante oferta secundaria significó que no tuvo que apoyarse mucho en su bola rápida, la cual es bastante rápida pero genera fuerte contacto. Fue casi perfectamente impredecible contra los bateadores de la misma mano, distribuyendo equitativamente su mezcla de cuatro lanzamientos.
(Fourseam = bola rápida de cuatro costuras, Sinker = sinker, Slider = slider, Changeup = cambio)
Mientras que Castillo dio grandes pasos para eliminar bateadores de mano opuesta, su mezcla de lanzamientos contra ellos no vio un ajuste similar. Con un zurdo en la caja de bateo, Castillo se apoyaba bastante en su bola rápida y cambio, dejando el sinker como una tercera opción y su slider como una opción no viable.
Durante la segunda mitad, Castillo se mantuvo firme contra bateadores zurdos, pero fueron más pacientes contra él y le pegaron más duro. Antes de la pausa del Juego de las Estrellas, los zurdos estaban bateando a un ritmo de .187/.311/.316 contra Castillo, comparado con .236/.304/.436 después. Tres bateadores zurdos de San Diego, ningún de temer, ilustraron el punto en su arranque de dos entradas y 45 lanzamientos.
Todo inicio en la primera entrada, cuando Abraham Almonte empezó el partido con un triple hacia el jardín central izquierdo. Almonte no estaba controlando la cuenta, pero esperó una bola rápida y la mandó justo fuera del alcance de Shogo Akiyama. Almonte anotaría dos lanzamientos después cuando Castillo lanzó un cambio a 52 pies.
Sin embargo, otros turnos al bate fueron mucho mas indicativos. Uno vino después de que Castillo abanicara a Tommy Pham para el primer out. Lanzo un cambio impresionante al infielder de los Padres, Greg Garcia—cayó justo por debajo de la zona de strike, pero Garcia cayó con el lanzamiento e hizo contacto con él, enviándolo a un espacio abierto al lado derecho donde los Reds no estaban. Fue un sencillo fácil y simple, y en la repetición, se ve claro que Garcia estaba esperando el cambio.
En la segunda entrada, Castillo tenia dos outs y nadie en base cuando le tocó batear al ex-prospecto de los Reds, Taylor Trammell. A Trammel se le veía rígido, como si estuviese ansioso de probar algo contra el equipo que lo traspasó en julio, pero Castillo lo puso en base tras cuatro lanzamientos. Quizás Trammell se cerró, y se vio beneficiado por los lanzamientos de Castillo al borde de la zona de strike, pero parece que anticipaba los pocos cambios que vio, y fácilmente los dejó pasar.
Trammell bateó noveno, así que su base por bolas trajo nuevamente a Almonte al plato. Los Reds usaron un shift extremo, con solo un defensor al lado izquierdo del cuadro interior y Derek Dietrich estirando la definición de “segunda base” al colocarse bien adentro del jardín derecho. En una cuenta de lanzador, Castillo intentó otro cambio, y Almonte dejó la pelota caer en el espacio vacado por el shift, donde un segunda base juega tradicionalmente. La línea permitió que Trammell avanzara a tercera, forzando un nuevo enfrentamiento entre Castillo y Pham. Logró escaparse sin inflar su ERA de 13.50 de la Liga Cactus.
Nuevamente, sin embargo, la cinta muestra que Castillo lanzó un buen y duro cambio, cayendo de la mesa justo como el lanzamiento que generó abanicos en casi la mitad de los swings del 2019. Almonte cayó, al igual que Garcia, impulsando la bola justo donde quería. El problema es claro: Castillo es, esencialmente, un lanzador de dos ofrecimientos contra bateadores zurdos, y han comenzado a sentirse cómodos contra él. Esto es parte de la razón por la que Castillo caminó a 12 bateadores zurdos el pasado setiembre, y parte por la cual los bateadores zurdos le pegaron con mayor poder en las ultimas semanas.
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