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Image credit: Denny Medley-USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

16 de agosto, 2020: Hace una década, Félix Hernández estaba en medio de una temporada en la que ganó el Premio Cy Young con los Mariners. Este invierno, fue un invitado no incluido en la plantilla de los Braves. No estaba claro si se quedaría en el equipo tras los entrenamientos de primavera. Pero incluso con la larga demora antes de que comenzara la campaña, los Braves decidieron comenzar la temporada con una rotación de seis hombres, conscientes del hombro lastimado de Cole Hamels y del regreso de Sean Newcomb a la rotación después de pasar 2019 en el cuerpo de relevistas. Esto creó un cupo para Hernández, y aunque no era el mismo Rey Félix de la cosecha de 2010, fue lo suficientemente bueno como para quedarse.

Excepto hoy, un húmedo domingo de agosto en el biodomo de Florida, donde estuvo mucho mejor que suficientemente bueno. A lo largo de ocho entradas, se había enfrentado al mínimo de 24 bateadores. Los únicos Nationals que alcanzaron base fueron Trea Turner (base por bolas en la cuarta entrada, atrapado robando) y  Juan Soto (base por bolas en la quinta entrada, borrado con roletazo de doble matanza de Eric Thames). Su conteo de lanzamientos ya estaba en 119, pero Brian Snitker  no iba a sacar a la estrella envejecida, no cuando solo estaba a tres retirados de un no hitter. Kurt Suzuki fue retirado con un elevado y Carter Kieboom falló con roletazo por tercera. Estaba a uno de un no hitter.

En la segunda base, Joe West estaba pensando en la música. Este juego, pensó, era lírico: un competidor envejecido, mucho después de su mejor momento, que se adentra en un esfuerzo superlativo más. Era, pensó, como una canción de música country, con temas de perseverancia y redención. Se preguntó acerca de componer una canción al respecto. No específicamente sobre el Rey Félix, o lo que rimara con Félix o, para el caso, también con Hernández, sino sobre el desarrollo de la historia. Algo así como The Gambler de  Kenny Rogers. Rogers murió en marzo. Tal vez él la escribiría y cantaría como algún tipo de homenaje.

Asdrúbal Cabrera, es usado como bateador emergente, tenía un conteo de 1-1 cuando bateó un roletazo hacia la derecha de la segunda base. StatCast demostraría que era la bola bateada con más fuerza del juego. La pelota rebotó en el borde entre hierba y tierra y se movió un poco fuera de trayectoria a la derecha. Ozzie Albies, jugando justo detrás y profundo, se ubicó para manejar el mal rebote y retirar a Cabrera. Pero West, debatiendo si su canción debiera estar en una clave mayor o menor, estuvo un paso tarde para salir del camino. La pelota lo golpeó en la pantorrilla y Cabrera llegó quieto a primera base.

Su disgusto no era nada comparado con el del anotador oficial. Según la Regla 9.05(a)(5) Cabrera sé acreditó un sencillo. El no hitter se rompió por un out seguro que golpeó al árbitro.

Bienvenido a, posiblemente, la regla más estúpida del béisbol.

En las Reglas Oficiales de Béisbol, la Sección 9.00 se titula “El Anotador Oficial”. La regla 9.05 se refiere a los batazos que permiten alcanzar la base. Esta reza:

Un batazo de lograr llegar a una base es una estadística acreditada a un bateador cuando dicho bateador llega quieto a la base, como se establece en esta Regla 9.05.

Hasta aquí todo bien.

La siguiente línea dice:

(a) El Anotador Oficial acreditará a un bateador con un hit cuando:

Una lista de condiciones sigue. La mayoría son obvias. Por ejemplo, 9.05 (a) (1) da una condición obvia:

el bateador llega quieto a la primera base (o cualquier base siguiente) gracias a una bola que en territorio válido que se asienta en el terreno de juego, que toca la cerca antes de ser atrapada por un jugador a la defensiva o que supera la cerca.

Por tercera vez, voy a usar la palabra obvio para describir eso. 9.05 (a) (2) dice que el bateador recibe un hit si el jugador a la defensiva no puede hacer una jugada. 9.05 (a) (3) dice que es un hit si la pelota da un mal rebote. 9.05 (a) (4) cubre las bolas bateadas hacia los jardines. De nuevo, hasta ahora, todo bien.

Luego se sale de los rieles con 9.05 (a) (5):

Una pelota en territorio válido que no ha sido tocada por un jugador a la defensiva toca a un corredor o un árbitro, a menos que se decrete out a un corredor por haber sido tocado por un elevado en el cuadro interior, en cuyo caso el anotador oficial no acreditará el hit.

Caramba. Ignora el término elevado en el cuadro interior. Lo que dice la regla 9.05 (a) (5) es que, si una bola bateada golpea a un corredor o a un árbitro, el bateador obtiene un hit. El corredor de base queda fuera en el caso anterior, pero ese no es el punto. El tipo que lo golpeó consigue un hit. ¿Tiene sentido para ti?

Y esta no es una jugada de la que se puede decir “casi nunca ocurre”. La base de datos Retrosheet registra 1.136 instancias de una pelota bateada que golpea a un corredor base desde 1921. ¡Eso es un promedio de 11 veces por temporada! Ocurrió cinco veces el año pasado:

  • 28 de marzo (primer partido de la temporada), Orioles visitan a los Yankees, primera parte de la primer entrada: dos retirados, Jonathan Villar en primera base, la pelota bateada por Trey Mancini golpeó a Villar. Sencillo para Mancini, Villar fuera, entrada terminada.
  • 3 de abril, Tigers visitan a los Yankees, parte baja de la tercera entrada: dos retirados, Gary Sánchez en primera base y Aaron Judge en segunda, la pelota bateada por Gleyber Torres golpeó a Judge. Sencillo para Torres, Judge fuera, entrada terminada.
  • 4 de julio, Yankees visitan a los Rays, parte inferior de la tercera: Un out, Tommy Pham en primera base, la pelota bateada por Austin Meadows golpeó a Pham. Sencillo para Meadows, Pham es retirado. Avisaíl García falló con elevado para terminar la entrada.
  • 20 de agosto, Angels visitan a los Rangers, segundo juego, final de la décima entrada: dos retirados, Scott Heineman en primera base, la bola bateada por Danny Santana golpeó a Heineman. Sencillo para Santana, Heineman es retirado, entrada terminada.
  • 13 de septiembre, Orioles visitan a los Tigers, comienzo del primer episodio: Uno retirado, Mancini en primera base, la pelota bateada por, Dwight Smith Jr. golpeó a Mancini. Sencillo para Smith, Mancini retirado. Mark Trumbo se ponchó para terminar la entrada.

La Edad de Oro de los corredores en las bases que no se apartaron del camino de las bolas bateadas fue, claramente, la década de 1920:

Década CELBQNSADCDLBB
1921-29 163
1930-39 151
1940-49 98
1950-59 138
1960-69 101
1970-79 137
1980-89 88
1990-99 71
2000-09 144
2010-19 45

Los registros de Retrosheet se remontan solo hasta 1921. Probablemente, según estas tendencias, hubo muchos corredores de base que fueron golpeados por bolas bateadas antes de eso. Estos son los años con más:

¡Apártese del camino! Años
25 1928
24 1922, 1958
22 1921, 1937
20 1975, 2000
19 1923, 1925, 1955
18 1951

Teniendo en cuenta que hay muchos más equipos hoy que en las décadas anteriores, el índice de corredores de base que son golpeados es muy bajo. ¿Por qué? No lo sé. Podría pensarse que los bateadores no chocan la pelota con tanta fuerza (los corredores de base tienen más tiempo para apartarse del camino) o los corredores de base simplemente son más inteligentes. Sé cuál es la que creo.

Esos 1.136 casos en los que una bola bateada golpeó a un corredor de base involucraron a 866 bateadores. Lo que significa que algunos jugadores batearon múltiples bolas que golpearon a un compañero de equipo. Los reyes son, alfabéticamente, Charlie Grimm, Chuck Klein, Stan Musial, Mel Ott, y Cookie Rojas  (Te reto a que obtengas otro rubro que una a esos cinco muchachos). Cada uno de ellos bateó cinco bolas que clavaron a un compañero de equipo. Supongamos que cada una de esas bolas bateadas se hubiera convertido en un bateador retirado si un corredor no hubiera aparecido en el camino. (Sí, lo sé, pero sigue el juego) Esos cinco sencillos son la diferencia entre la carrera real de Rojas con .643 de OPS y una de .641. Esos sencillos elevaron el OPS de Klein de .835 a .837. Más significativamente, hacen de Musial un bateador de por vida de .331, que lo ubica en el puesto #30 en la lista de todos los tiempos, en lugar de .330, que lo ubicaría en un empate triple por el puesto 31º.

Hasta ahora, solo he hablado de corredores de base que son golpeados por bolas bateadas. Hay una compensación allí. El bateador se acredita un sencillo, pero el corredor es retirado. Parece mejor ser anotado como un fielder’s choice. Sí, el bateador obtiene crédito por un batazo de alcanzar una base, y al lanzador también le cargan ese sencillo, puede no ser justo. Pero es para ambos, es un poco neutral.

¿Pero una pelota bateada que golpea a un árbitro, como en mi hipótesis? Todo el balance positivo es para el equipo a la ofensiva. Obtienes un sencillo que no podrías haber logrado sin esa anomalía. Lo discutiré en una próxima entrega.

Gracias a Robert Au por encontrar todas estas jugadas para mí.

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