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Image credit: Mark J. Rebilas-USA TODAY Sports

Traducido por Fernando Battaglini

Hace aproximadamente una década, George Young, el antiguo autor de Baseball Prospectus e incurable seguidor de los Padres, trató de encontrar una mejor manera de ver los juegos de los malos equipos. En el libro The Hardball Times Baseball Annual 2010, Young escribió una guía para observar equipos en reconstrucción al final de la temporadas, mediante la construcción de un cuadro de anotación especializado para cada juego, centrado en los jugadores que serían relevantes para el futuro a mediano y largo plazo del equipo. Después de solo una cuarta parte de esta temporada de béisbol bastarda, es hora de que los fanáticos de los Diamondbacks saquen papel cuadriculado y se pongan a trabajar.

Sería suficientemente malo si los Diamondbacks estuvieran 6-10 en una temporada que solo durará 60 juegos, después de una temporada muerta relativamente activa y enfocada en la temporada 2020. En realidad, esa es solo una parte del problema y subestima las preocupaciones que enfrentan en este momento. Los Dodgers y los Rockies han sacado cinco juegos de ventaja a Arizona, y los Padres son extremadamente impresionantes, incluso si aún no están listos para enfrentarse a Los Ángeles como iguales.

Cuando San Diego golpeó a los Diamondbacks el domingo, ganando su quinto de los siete encuentros de los dos equipos en las primeras semanas de la temporada, ayudaron a dejar en claro lo que los observadores de los Diamondbacks ya sabían: las cosas no están bien con Madison Bumgarner. Su velocidad es mucho más baja, pero igual de preocupante es que la ubicación de sus lanzamientos está muy por encima. Este gráfico muestra la ubicación promedio con relación al centro (0) de su bola rápida (línea negra), cambio (azul), cutter (marrón) y curva (naranja).

Al observar al veterano lanzar, no es difícil ver qué estaba mal, por lo que no fue una sorpresa cuando el equipo lo dejó de lado con una distensión en la zona media de la espalda el lunes. Cuando él está bien, el lanzamiento de Bumgarner es extraño, pero altamente efectivo con su brazo de lanzamiento bajando, luego subiendo y después alrededor en ese familiar arco largo y parecido a un látigo. El chasquido del látigo siempre se producía al transferir su peso sobre el pie de aterrizaje, llevando la energía construida en su entrega  hacia el plato, extendiendo la espalda y lanzándose sobre esa pierna delantera. La extensión, durante sus primeras aperturas del 2020, no estaba allí. No pudo conducir sobre esa pierna, no pudo obtener la extensión espinal que le dio fin a sus lanzamientos y, por lo tanto, no pudo lanzar con tanta fuerza ni ubicarse con tanta eficacia como de costumbre.

Eso califica como una buena noticia, para este equipo, en esta temporada. Lesiones de espalda son notoriamente complicadas y ni el tamaño ni la edad de Bumgarner hacen que su lesión sea fácil de manejar en comparación con la mayoría, pero al menos es fácil diagnosticar sus problemas. El equipo espera que se pierda solo un par de salidas. Los Diamondbacks deben tener mucho cuidado y permitirle perder más que eso si es necesario, porque evitar la recurrencia será el gran problema aquí. Sin embargo, si recupera algo cercano a la fuerza total en la espalda, debería ser el mismo lanzador superior al promedio que hemos visto desde que hizo un cambio descendente desde el as que fue hace unos años.

Bumgarner es importante para los Diamondbacks. Han invertido mucho en él. Si y cuando regrese al montículo, valdrá la pena ver cada apertura que haga. Sin embargo, como escribió Young en 2010, habrá inicios con los que los fanáticos de Arizona no deben preocuparse, y líneas de estadísticas que sería mejor ignorar por completo. Esta temporada, para los propósitos de los Diamondbacks, ha terminado (Nuestro tabla de posiciones PECOTA los tiene con apenas un 35 por ciento de probabilidad de llegar a la postemporada ampliada). Los seguidores del club deberían evitar ardientemente vivir o morir por las actuaciones de Archie Bradley, Junior Guerra, o Andrew Chafin. Sin importar lo que pase, el equipo llegará a la temporada muerta tratando de mejorar a todos esos muchachos como anclas del bullpen.

Young abogó por enfocarse exclusivamente en un puñado de jugadores, con el mayor impacto a largo plazo en la probable suerte de un equipo, y realizar un seguimiento de su desempeño diario sin preocuparse por lo que hicieran los demás en el roster. Por Arizona, es muy fácil identificar los jugadores por los cuales los fanáticos deben concentrarse.

  • Ketel Marte: Una estrella establecida, y protegido con un contrato a largo plazo, pero alguien cuya capacidad para ser el mejor jugador un equipo calibre de playoffs sigue en duda.
  • Carson Kelly: Cuya temporada el año pasado (115 DRC +, 2.5 WARP) demostró, que todavía tiene la oportunidad de ser un receptor de primera división, y cuyo éxito adicional ayudaría a dar forma al futuro de…
  • Daulton Varsho: El bateador zurdo y receptor quien puede hacer la transición hacia los jardines e incluso jugar en el cuadro interior, si su bate demuestra estar listo, para las grandes ligas este verano.
  • Christian Walker: Quien, a pesar de su edad y defectos obvios, ha demostrado lo suficiente como para merecer una audición continua para un papel a mediano plazo en la recta final, con la pregunta de si es lo suficientemente bueno como para ser primera base o bateador designado.  Si batea como Marte y Varsho puede llevar la alineación desde posiciones no tradicionales.
  • Robbie Ray: La ficha de cambio más importante del equipo para el resto del mes, cuyos ajustes mecánicos no lo han hecho menos propenso a entregar boletos, pero cuyos lanzamientos se mantienen con bastante movimiento. Podría conseguir algo de talento real a cambio, si se muestra bien durante los próximos quince días.
  • Zac Gallen: Cuyo éxito de novato llegó tan inesperadamente, que todavía es difícil saber dónde proyectarlo en futuras versiones de la rotación, pero cuyos 73 DRA- y 89 cFIP hasta ahora son alentadores; y
  • Jon Duplantier: Quien podría estar quedando sin oportunidades, para cumplir la promesa que mostró antes de tener problemas de lesiones en la entrada a las mayores.

Pocas oficinas gerenciales han mostrado la consistencia, agresividad, inteligencia y destreza en la creación de equipo que Mike Hazen ha tenido en los últimos años. Las limitaciones de la propiedad siguen siendo un problema real, y probablemente llevarán al equipo a deshacerse de Ray, incluso si el precio correcto nunca llega al mercado comercial este mes. Mientras tanto, sin embargo, y especialmente a medida que la organización mira más allá de 2020, quedan razones para el optimismo. Solo necesitan evitar pensar en esta temporada como recuperable.  Existe una sorprendente cantidad de buenos equipos en la División Oeste de la Liga Nacional y un sorprendente no contendiente, incluso en el universo expandido de la postemporada.

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