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Traducido por Carlos Pérez
Voy a comenzar este artículo con un gráfico. (Todos los datos son hasta el lunes). Te mostrará a dónde voy. Este es el número de equipos con más entradas lanzadas por lanzadores de relevo que abridores.
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Podría haber comenzado el gráfico en cualquier fecha (el inicio del juego divisional en 1969, la integración en 1947, la fundación de la Liga Americana en 1901) y estaría igual. Hasta lo que llevamos de temporada, el 20% de equipos han visto cómo sus relevistas lanzaban más que sus abridores, algo que nunca había sucedido antes de 2018.
En 2018, de forma poco sorprendente, fueron los Rays los pioneros de la estrategia de los iniciadores. El año pasado, los Angels y los Blue Jays, dos equipos con una rotación de abridores pobres se unieron a Tampa Bay. Este año: Atlanta, Baltimore, Boston, Detroit, y de nuevo Tampa Bay y Toronto. Esos equipos se ubicaron en los puestos 24º, 25º, 30º, 29º, 7º y 19º, respectivamente, en RA9 de abridores. Aunque la mayoría de los equipos han sido malos, no ha sido el caso de todos. Ha habido equipos cuyos abridores se ubicaron entre el 24º y el 30º en cada año este siglo. Solo en 2020 ha habido seis clubes cuyos relevistas han lanzado más entradas que sus abridores.
Esto es parte de otra tendencia que ha surgido recientemente. Este gráfico muestra el porcentaje de entradas lanzadas por relevistas.
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Cada año del 2000 al 2016, los relevos lanzaron entre 32 y 35% de las entradas en MLB. La curva giró solo al comienzo del 2016.
Esta carga de trabajo aumentada para los relevos ha dado lugar a otra tendencia: menos diferencia entre el rendimiento entre los abridores y relevistas. En 2003, por ejemplo, los lanzadores abridores permitieron 4.90 carreras por cada nueve entradas. Los relevos, que lanzaron períodos más cortos y por tanto podían emplearse a fondo contra los pocos bateadores que enfrentaron, permitieron 4.52 por cada nueve. La diferencia, 0.38 fue el promedio exacto desde el 2000 hasta 2017. Esa ventaja ha desaparecido en los últimos tres años.
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En lo que llevamos este año, los lanzadores han permitido más entradas por cada nueve entradas, 4.91, que los abridores, 4.85.
Se suele decir por eso que los relevos son peores que los abridores. No sé si es una tendencia o una evolución. Los abridores han enfrentado a una media de 20.3 bateadores por juego este año. Hace una década, se enfrentaban a 25.5. En el 2000, eran 26.0. Sabemos que los abridores lo hacen peor cada vez sucesiva que se enfrentan a la alineación. Enfrentarse a cinco o seis bateadores menos por cada salida es ventajoso para los lanzadores abridores. ¡No me extraña que lo estén haciendo mejor, relativamente!
No es lo contrario para los relevos. Los relevistas enfrentan 4.8 bateadores por juego este año, no muy diferente a los 4.4 que enfrentaban en 2010 y los 5.2 que enfrentaban en 2000. En su lugar, las entradas extra de relevo han sido lanzadas por más lanzadores. Aquí está el número de lanzadores de relevo por juego.
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En el juego promedio, cada equipo usa más de un relevo de los que usaba en 2000, 3.5 por 2.5. Ese lanzador extra es, asumiendo una construcción de la plantilla y una gestión del bullpen razonables, no tan bueno como los primeros 2.5. En muchos casos, eso no marca la diferencia. Si un relevo permite tres carreras en dos entradas en un juego que su equipo está perdiendo 4-0 en la cuarta, no va a mover la expectativa de victoria por mucho. Ya estaba casi a cero. Pero esas 13.50 RA9 de ese relevo ensucia los números generales de los relevistas.
De hecho, no es que los bullpens se hayan vuelto peor. Los equipos que van ganando tras siete entradas han ganado 91.6% de juegos este año. Ganaron 91.6% el año pasado. Ganaron 91.6% en 2018, 91.0% en 2017, 91.2% en 2016, y 92.5% en 2015. En 2010, fue el 91.7%. En 2005, 90.4%. En 2000, 90.0%. Así que los bullpens son igual de buenos manteniendo la ventaja en 2020 que en los últimos años, y mejor que cuando comenzamos el nuevo milenio.
Los relevos están lanzando más entradas, y los abridores menos. Aquí hay tres impactos:
- Los abridores se enfrentan a menos bateadores, lo cual les hace más efectivos.
- La ayuda del bullpen, usada para preservar victorias, es tan exitosa como siempre.
- Las entradas extra lanzadas por relevos están siendo entregadas a lanzadores menos eficientes, lo que resulta en que la brecha de rendimiento agregado entre abridores y relevos se estreche, aunque no a costa de preservar la victoria.
La proliferación de equipos en los que los relevos lanzan más entradas que los abridores es la continuación de una tendencia. Es una tendencia que hace el trabajo de los bateadores más difícil.
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