Traducido por José M. Hernández Lagunes
Es el final de la temporada, y ha sido un año difícil. Muchos de ustedes tuvieron un duro 2020, y no sólo por la razón típica de que 29 de los 30 no ganaron la Serie Mundial. Aún así, ahora es la temporada invernal y muchos de ustedes están tratando de averiguar qué hacer el próximo año. El dinero es escaso, así que están un poco preocupados por lo que el mercado será para el próximo año. Están pensando en inversiones aunque la temporada 2021 todavía podría jugarse en la sobra de una pandemia y con la negociación del contrato colectivo manteniendo todo en vilo.
Si buscas una buena inversión este invierno, ¿puedo recomendarte un nuevo miembro del personal en tu sistema de desarrollo de jugadores? Ah, sé que muchos de ustedes están en medio de despidos cuasi masivos, pero escúchame.
Todos tienen a alguien cuyo título de trabajo se traduce como “director de instrucción de bateo” y “director de instrucción de lanzamiento”. El título exacto varía, pero todos sabemos de lo que estamos hablando. Y nadie piensa que eso es raro. Enseñar a los jugadores de las ligas menores a batear y a lanzar es una parte importante del juego. Todos cuentan con alguien cuyo título de trabajo se traduce como “coordinador de fuerza y acondicionamiento”. De nuevo, construir fuerza y agilidad en general también es importante para el juego. Nadie piensa que eso sea raro. También cuentan con un equipo de fisioterapistas porque la recuperación de una lesión es importante. El mismo principio.
Creo que tu equipo debería contar con un Director de Sueño. Venga, algunos de ustedes ya están susurrando “Ya sabemos que el sueño es importante y pensamos en eso.” Algunos de ustedes incluyen instrucciones sobre hábitos de sueño saludables. Los entrenadores hablan de ello, o el director de habilidades de vida (que algunos de ustedes tienen) lo discuten con los peloteros de ligas menores. Tengo algo más en mente. Esto no debería ser sólo una tarea. Debería ser una función. Más bien, debería tener un presupuesto.
Imagina que un equipo no tuviera ningún equipo de levantamiento de pesas o de cardio o cualquier otro equipo de entrenamiento, y el director de fuerza y acondicionamiento viniera a la gerencia y dijera, “Ejte, estamos… perdiendo algo que podría ser bueno para los jugadores en desarrollo”. ¿Puedo contar con una asignación de presupuesto para comprarlo?” La gerencia diría, “Pues claro, por supuesto.” Lo mismo ocurre con las cámaras finas para ayudar a los lanzadores a desarrollar esos sliders y un poco de jiribilla en esa bola rápida. Esas son inversiones y los jugadores probablemente se beneficien mucho con ellas. Esto no es controversial.
Y luego seis de ellos regresan a casa a un asqueroso apartamento de dos recámaras.
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No es ni intuitivo ni científicamente controvertido sugerir que el sueño es profundamente saludable para los atletas. Hay una razón obvia por la que el cuerpo humano, especialmente el que ha estado corriendo y lanzando y haciendo swings con el máximo esfuerzo todo el día, necesita tiempo para recuperarse. Pero hay más que eso.
He estado diciendo lo mismo durante un tiempo. Los jugadores de béisbol tienen un horario que no es bueno para las necesidades de sueño, y los expertos han demostrado anteriormente que incluso pequeñas cantidades de pérdida de sueño pueden llevar a una lentitud cognitiva y a lapsos de atención. Esto no es sólo “estuve literalmente despierto toda la noche”. Dormir constantemente 5 o 6 horas, en lugar de las 7 u 8 horas recomendadas, también es un problema. Hay otra línea de investigación que muestra que el sueño también es instrumental en el desarrollo del aprendizaje motor. Cuando practicas una habilidad, un sueño de mejor calidad te permite aprender y mantener esa habilidad más rápidamente.
Esto probablemente no sorprenda a nadie que lea esto. ¿Por qué debería hacerlo?
Sabemos que jugar al béisbol de las Grandes Ligas requiere mucho aprendizaje. El atletismo puro no es suficiente. Por ejemplo, he demostrado en el pasado que los jugadores de la MLB que se pasan a una nueva posición tardan un tiempo en ser totalmente competentes en el campo. Y ese es un grupo de jugadores que ya jugaron en las Ligas Mayores y fueron seleccionados por el hecho de que sus mánagers “pensaron que podían jugar bien” en el nuevo puesto. No son terribles. Cualquier jugador medio competente de Grandes Ligas que lleve un guante puede convertir en out un roletazo bateado directamente hacia ellos. Pero toma un poco de tiempo para entender completamente los matices de una nueva posición. Los jugadores de las ligas menores están en el proceso de aprender muchas de esas habilidades. No es que no las aprendan sin dormir, pero los estudios dicen que aprenderían mejor si durmieran bien. Y en el béisbol, un juego en el que, como es sabido, la diferencia entre un promedio de bateo de .260 y .300 es de un hit por semana, esos márgenes pueden significar mucho.
Y aún así, esperas que esos jugadores de ligas menores duerman en colchones inflables.
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Muchas cosas se acumulan para obtener una buena noche de sueño. Está la cantidad de tiempo que una persona pasa durmiendo, y si se despierta en medio de ella. Pregúntele a cualquiera que haya cuidado a un recién nacido. Pero sabemos que hay otras cosas que pueden hacer que alguien tenga una noche difícil. Tratar de dormirse en un apartamento lleno de gente donde hay mucho ruido no es la mejor forma de dormir. Y sabemos que afecta a la gente (en general) tanto física como mentalmente.
Parece bastante extraño que para muchas de las otras necesidades que promueven el buen desarrollo beisbolístico, no sólo se tenga un coordinador de equipo, sino que también se tenga un presupuesto para asegurarse de que esas necesidades sean satisfechas. Excepto para dormir.
A estas alturas, probablemente estés familiarizado con la preocupación de que los jugadores de las ligas menores reciban salarios excepcionalmente bajos por su trabajo. Y sí, las historias sobre cinco jugadores en un apartamento de dos recámaras son ciertas. La línea estándar es que a la mayoría de esos jugadores de ligas menores se les paga muy poco porque estadísticamente, la mayoría de ellos nunca usarán un uniforme de Ligas Mayores, y la mayoría de ellos sólo están ahí para llenar plantillas para que los verdaderos prospectos tengan alguien contra quien jugar. Por lo tanto, no hay razón para invertir en ellos.
El asunto es que hay algunos diamantes escondidos entre las rocas. Hace unos años, usando el bono de firma del draft como un indicador de cuánto perfilaba un prospecto, encontré que incluso entre aquellos que no obtenían seis ceros en sus bonos por firmar, uno de cada 40 todavía llegaba a las Mayores y tenía un WAR acumulado en su carrera de al menos 5. No es tan malo. Hay talento en las Ligas Mayores que a veces no es siempre evidente. ¿Y si hubiera unos cuantos jugadores que pudieran haber contribuido, aunque fuera un jugador de fondo del banquillo un poco menos horrible?
Esta es la cuestión al otorgar una provisión de vivienda como inversión en tus jugadores. Supongo que podríamos hacer una estimación del costo de otorgar una vivienda decente y tranquila para un equipo. Mucho dependería de dónde estamos hablando, pero es sólo un problema matemático, y para cuando terminemos de multiplicar, serían unos pocos millones de dólares para el sistema.
Y aquí está la parte en la que hablamos de “una victoria vale $5 quintillones de dólares”, así que, ¿cuántas victorias me puedes dar? La evidencia dice que sería un movimiento positivo, y no hay casi ningún riesgo de que haya un aspecto negativo, y con el juego en un momento coyuntural, es posible que quieras algo que sea un poco más seguro. Y ninguno de ustedes ha hecho nada para ver cuánto podría ser ese efecto. ¿Y si la inversión más sólida en el béisbol es una noche de sueño profundo?
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