Traducido por Marco Gámez
No clasificar a postemporada no fue la única decepción para los Washington Nationals. Hubo una gran cantidad de desilusiones en términos del valor en ligas de fantasía. Una de ellas fue Patrick Corbin.
EXPECTATIVAS PARA 2020
Afortunadamente para Corbin, solo tenía que ser el tercer mejor abridor de los Nats, detrás de Max Scherzer y Stephen Strasburg. Los dos últimos eran opciones de cinco estrellas en nuestra clasificación de fantasía en una escala de uno a cinco. Corbin se ubicó en la parte superior del nivel de cuatro estrellas. Venía de dos años en los que su efectividad era de 3.25 o menos, y había encontrado un nuevo poder para hacer abanicar rivales con K / 9 de dos dígitos.
Dada esa actuación reciente, el zurdo se perfilaba claramente como LA2 (Lanzador Abridor 2). Incluso lo consideré como un LA1 (Lanzador Abridor 1) de segunda categoría para ligas más profundas. Creí en él porque había mantenido la mayoría de sus mejoras de 2018, por segunda temporada completa.
¿QUÉ PASÓ EN 2020?
Quizás te gustaría culpar a la locura que ha sido el año 2020. O a otro cambio de pelota. O a la temporada corta y extraña. Pero, a fin de cuentas, los malos resultados de Corbin no fueron solo mala suerte.
Su primera salida de la temporada fue similar a las de sus dos temporadas anteriores. Lanzó seis entradas y un tercio con ocho ponches. Sin embargo, posteriormente, los ponches fueron más difíciles de encontrar. Aunque tuvo algunas buenas aperturas, hubo muchas más en las que no engañó a los bateadores. Su lanzamiento principal para retirar bateadores, su slider, fue mucho menos efectivo. Generó una tasa de abanicar del 38% en 2020, a pesar de lograr una tasa de strikes abanicados del 52% el año pasado. De hecho, cuatro de sus cinco lanzamientos bajaron en la tasa de strikes abanicados, y su tasa general de abanicados descendió del 14.7% en 2019 a solo el 11.1% esta temporada. Como tal, el K/9 cayó de 10.6 a 8.2, de nuevo en consonancia con sus temporadas previas a cuando explotó como lanzador.
Además de que los bateadores fallaron sus lanzamientos con menos frecuencia, también hicieron un contacto más fuerte cuando batearon. Corbin registró su tasa de batazos fuertes más alta de la era Statcast, 44.2%, que fue superior a su ya ascendente 38.7% en 2019. Los bateadores también desaparecieron la pelota con más frecuencia. Combinado con los batazos fuertes, se tradujo en que vio un jonrón / 9 lo que igualó el más alto registro de su carrera (1.4 jonrón / 9). Más jonrones resultaron en una efectividad de 4.66, y la última vez que permitió tantos jonrones fue en 2016, cuando tuvo una efectividad de 5.15.
Hemos visto este tipo de resultado en él antes y, como se mencionó, no fue solo el resultado de la mala suerte. Corbin simplemente no fue tan efectivo como lo había sido las dos temporadas anteriores. Los propietarios de ligas de fantasía que pagaron un alto precio por él solo obtuvieron un costo irrecuperable.
PERSPECTIVAS PARA 2021
La buena noticia: Corbin vendrá a un costo menor el próximo año. La mala noticia: su futuro es confuso. Es probable que el BABIP de Corbin se reduzca desde el máximo de su carrera. Sin embargo, como se señaló anteriormente, también permitió la más alta tasa de su carrera en cuanto a batazos fuertes, y la tasa de batazos en línea más alta de su carrera (26%). Necesita volver a su estilo de obligar a batear roletazos, y un regreso a mejores números de provocar abanicados tampoco sería despreciable.
Sin embargo, es difícil proyectar un ascenso en los ponches cuando perdió casi dos millas por hora (3.22 kph) en su lanzamiento de cuatro costuras y en su sinker. Como resultado, esos lanzamientos fueron mucho más fáciles de batear. Aunque mantuvo una buena tasa de bases por bolas (2.5 BB / 9), los mánagers de ligas de fantasía no invertirán en Corbin de la misma manera si sus números son ahora iguales a los que tuvo en 2017 (4.03 ERA, 1.42 WHIP). Puedes apuntar que su velocidad estuvo ligeramente mejorada en septiembre y esperar que hubiera aumentado a medida que avanzaba la temporada, pero esa premisa está lejos de ser una suposición segura. Los lanzadores que se acercan a los 35 años, generalmente, no aumentan su velocidad.
El zurdo sigue siendo una buena opción, y el precio más bajo hace que su factor de riesgo sea más aceptable en 2021 para las ligas que tienen posibilidad de más de un proceso de selección. Simplemente no asumas que volverá a tener un valor del nivel superior de cuatro estrellas. Una apuesta más segura es darle un valor de tres estrellas. Aún así, dada la cantidad apreciable de lanzadores disponibles que suman ponches en la liga en este momento, ya no es un objetivo prioritario, incluso a un precio reducido. Lo incluiré en muchas menos ligas en 2021, y estoy listo para pasarlo por alto en ligas donde se retienen los jugadores y que no incluyen solamente talento de la Liga Nacional.
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